Le va la angustia al Atlético de Madrid, parece que con sufrimiento sabe mejor. Fiel a su historia, el equipo rojiblanco tuvo que pasar las de Caín para doblegar (3-2) a un gran Feyenoord, valiente y correoso como pocos, con buenos argumentos arriba para buscar las cosquillas a los de Simeone.
Se pusieron dos veces por delante los holandeses en el Cívitas Metropolitano, pero era la noche de Álvaro Morata y Jan Oblak. El delantero madrileño, en auténtico estado de gracia, firmó un doblete para liderar la victoria de los suyos junto al guardameta esloveno, que se encargó de frenar al equipo de Arne Slot en no pocas ocasiones. Stengs, Ueda, Paixao y Wieffer crearon mucho peligro, pero se estrellaron casi siempre contra un muro esloveno.
Y eso que se adelantó pronto el Feyenoord con el tanto de Hermoso en propia meta, tras una buena jugada colectiva, pero empató Morata seis minutos después con un gol que va a traer mucha cola. El árbitro dio validez al tanto del madrileño pese a un posible fuera de juego previo de Saúl Ñíguez, que no tocó la pelota cuando ésta se dirigía hacia él. Muchos madridistas se preguntan: si el gol de Morata acabó subiendo al marcador… ¿por qué se anuló el de Camavinga en el último derbi Atlético-Real Madrid cuando Rudiger no tocó el balón? Ya tenemos la polémica servida…
Controversias al margen, el Feyenoord demostró que llegaba al Metropolitano dispuesto a dar guerra y volvería a adelantarse en el marcador con el tanto de Hancko, que no pudo batir a Oblak a la primera pero sí a la segunda al aprovechar el rechace. El cuadro holandés se creció de lo lindo: olió la sangre en Madrid y rondó un tercer gol que habría sido letal. Cuando Simeone y los suyos estaban pidiendo el descanso a gritos, se obró el milagro colchonero, en la última acción del primer tiempo: en un barullo en el área visitante, al sexto rebote, Griezmann conectó un remate acrobático para empatar el partido.
Todo de nuevo muy abierto, cambiando el signo de un partido que parecía decantado hacia bando holandés. Y, como en el derbi ante el Madrid, Morata volvería a aparecer nada más volver de vestuarios para inclinar la balanza hacia lado rojiblanco, firmando su segundo gol de la noche con un 3-2 que a la postre sería definitivo.
No sin sufrimiento, claro está, que por algo estamos hablando del Atlético. El Feyenoord nunca tiró la toalla y volvió a apretar en busca del empate, pero San Oblak volvió a hacer acto de presencia para acabar obrando más de un milagro.
Lejos queda ya aquel tropiezo en el estreno contra la Lazio en Roma, con un fatídico gol que suponía el 1-1 en el minuto 94, después de que el Atlético dominara en la segunda parte en el Olímpico. El conjunto del Cholo Simeone logra su primer triunfo en esta Champions donde no queda otra que sufrir. Lo dejaba bien claro Morata al final del partido ante los holandeses: "¿Hoy en día qué partido no está interesante? Todos los conjuntos tienen grandes equipos y esto es la Champions. Hay que sufrir para ganar. Hemos apretado, hemos sabido sufrir y al final logramos tres puntos importantísimos".
Pues eso: una victoria clave para enderezar el rumbo en Europa, donde los colchoneros quieren evitar la debacle de la pasada temporada, cuando quedaron últimos —fuera incluso de la Europa League— en un grupo que parecían llamados a dominar.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 3: Oblak; Molina (Riquelme, m. 79), Azpilicueta, Witsel, Hermoso, Lino (Javi Galán, m. 62); De Paul (Llorente, m. 46), Koke, Saúl; Griezmann (Correa, m. 79), Morata (Kostis, m. 92)
Feyenoord, 2: Wellenreuther; Geertruida, Trauner (Nieuwkopp, m. 73), Hancko, Hartman; Wieffer (Lingr, m. 73), Zerrouki, Timber; Stengs, Ueda (Minteh, m. 60), Paixao
Goles: 0-1, m. 7: Hermoso, en propia puerta. 1-1, m. 13: Morata. 1-2, m. 35: Hancko. 2-2, m. 48+: Griezmann. 3-2, m. 47: Morata
Árbitro: François Letexier (Francia). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Azpilicueta (m. 33), Saúl (m. 40), Morata (m. 46+) y Lino (m. 56) y al visitante Stegns (m. 53)
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo E de la Liga de Campeones disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 61.742 espectadores