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Champions League

La rajada histórica de Gündogan que pone patas arriba el vestuario del Barça

El alemán señaló a Araujo y dejó sin excusa a Xavi Hernández tras la goleada del PSG.

El alemán señaló a Araujo y dejó sin excusa a Xavi Hernández tras la goleada del PSG.
Gündogan no se muerde la lengua | Agencias

El F.C. Barcelona perdió 1-4 en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League ante el PSG. Una vez más, el equipo azulgrana se diluyó en un partido clave. 2-3 ganaron en la ida y los culés estaban muy ilusionados con la posibilidad de conseguir, cinco años después, el pase a semifinales.

El PSG salió mejor al partido y tuvo una clara ocasión de Kylian Mbappé. Sin embargo, una genialidad en el uno contra uno de Lamine Yamal sirvió en bandeja el 1-0 a Raphinha. El Barça se ponía por delante en su primer tiro a puerta. Pudo poner tierra de por medio Lewandowski, pero el polaco perdonó y los de Luis Enrique comenzaron a crecer en el partido.

En el minuto 29 llegó la jugada clave del partido. Barcola le gana la espalda a la zaga azulgrana y cuando va a encarar a Ter Stegen es derribado por Ronald Araujo. Roja directa para el uruguayo que dejaba a su equipo con 10. Una acción que pagaría muy caro el equipo de Xavi. Un error flagrante del central que trabó por detrás al delantero galo. Demasiados minutos con uno menos debería afrontar el Barcelona. Era mucho mejor confiar en tu compañero, uno de los mejores porteros del mundo en el uno contra uno, y en el caso de que Barcola anotara, seguías teniendo la eliminatoria en tu mano. Araujo eligió la peor opción.

El PSG pasó por encima del Barcelona y remontó la eliminatoria de manera holgada con los tantos de de Dembélé, Vitinha -fue sangrante ver como nadie sale a taparle el tiro en la frontal- y un doblete de Mbappé -el primer gol de penalti tras otra decisión incomprensible en este caso de Cancelo que entró como un miura sobre Dembélé dentro del área que no conducía a ningún sitio-.

Fueron tres decisiones nefastas en un partido de máxima exigencia. Demasiadas concesiones a un PSG que está repleto de talento. El Barcelona se volvía a quedar fuera de la Champions.

Tras el partido, Gündogan hablaba en zona mixta y no se mordía la lengua. El teutón, acostumbrado a la excelencia del City, estaba muy enfadado. Recalcó que habían regalado el pase al PSG con dos acciones como la de Araujo -afeó en público a su compañero su nefasta decisión de dejar a su equipo con 10 en el minuto 29- y la relajación en el tiro de Vitinha que supuso el 1-2.

Unas declaraciones cargadas de realidad que han escocido en el vestuario. Xavi Hernández, que volvió a encontrar una excusa perfecta para justificar la debacle en la actuación del colegiado, era retratado por uno de los pesos pesados. Otro retratado era Araujo. La derrota ha destapado las diferencias existentes en un vestuario en el que jugadores como Gündogan o Lewandowski no entienden la escasa exigencia que muestra el mister y que contagia a los más jóvenes.

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