Concluye la primera fase de la Euroliga con victoria del Barcelona y derrota del Unicaja

 

El Barcelona, más preocupado por la Copa del Rey que por un partido intrascendente con el que cerraba la primera fase de la Euroliga, ha ganado sin desgaste en Estambul ante un rival, el Ulker, que bajó los brazos desde el salto inicial. Quizá los jugadores del equipo turco todavía no se habían recuperado del 92-57 por el que cayeron en el Palau Blaugrana en la primera vuelta, pero el habitual respeto por el contrario se convirtió en un miedo que maniató al equipo de Ergin Ataman. La victoria azulgrana llegó además con minutos para los canteranos, sin Dueñas, que se quedó en la Ciudad Condal por los problemas físicos que sufre en la espalda, sin los gravemente lesionados Grimau y Fucka y sin el nuevo fichaje de Svetislav Pesic, el danés Christian Drejer, que horas antes acababa de aterrizar en el aeropuerto de El Prat.

Los barcelonistas barrieron de la pista a su rival sin apenas tiempo de jugar, pese a que el conjunto turco era el único que se jugaba algo en el partido, la segunda plaza del grupo, aunque tenía la clasificación a la segunda fase asegurada. Las diferencias a favor de los azulgrana fueron aumentando con el transcurso de los minutos ante la pasividad de los jugadores del Ulker. Al término del primer período, la ventaja del Barcelona alcanzaba los dieciocho puntos (10-28), pese a que Svetislav Pesic rotaba su quinteto en pista y daba minutos desde el inicio del partido a los más jóvenes de la plantilla. El Ulker fue incapaz de evitar que esa diferencia con la que acabó el primer cuarto se repitiese otras dos veces en el segundo (18-37 y 27-45) y tan sólo fue capaz de reducirla en dos puntos al descanso (29-45).

Pese al acierto desde el exterior de Rodrigo de la Fuente y Navarro o a la aportación ofensiva de otros como Femerling o Bodiroga, la verdadera clave del marcador era la falta de espíritu que demostraba sobre la pista el conjunto de Ergin Ataman. El partido, en principio, parecía favorable al Ulker, que se jugaba la segunda plaza del grupo y que actuaba en casa ante un cuadro que tenía asegurado el liderato y que estaba más preocupado por la disputa de la Copa del Rey en una semana. Sin embargo, sobre la pista eran los jugadores del Barcelona los que parecían más concentrados y los que reducían la capacidad anotadora del rival a sólo diez puntos en el primer periodo. La tónica no varió tras el descanso y ni siquiera el ex barcelonista Efthimios Rentzias, que se quedó sin anotar, parecía motivado por medirse a su antiguo equipo.

 

 

 

La Liga ACB centrará a partir de ahora todos los esfuerzos del Unicaja, derrotado en su último encuentro europeo de la temporada por el Skipper, el ex equipo de su técnico y que no podía permitirse un tropiezo contra un rival descartado. La trascendencia del partido para los boloñeses, que dependían del resultado para definir su clasificación definitiva en el grupo B tuvo una gran influencia sobre la actitud con la que uno y otro equipo afrontaron el duelo. Los italianos, por supuesto, tradujeron su situación en una mayor intensidad que, además, se vio reforzada de salida por su elevado índice de acierto en el tiro exterior, aunque sin obtener una respuesta inmediata en el marcador.

 

Larry Lewis dio cumplida respuesta al finlandés Hanno Mottola y consiguió que el primer cuarto terminase igualado (19-19), pero a esas alturas ya saltaba a la vista que el Unicaja atravesaba problemas en el rebote y para cerrar a los tiradores locales. Berni Rodríguez y Walter Herrmann frenaron la primera embestida seria del Skipper (24-24, m.13). Sin embargo, los italianos respondieron con un parcial de 14-3 (38-27, m.18) mientras su estadística enseñaba un contundente doce de dieciséis en tiros de dos. Una buena fase de ataque malagueño recortó la distancia al 44-36 del descanso sin que el Skipper se inmutase.