L D (EFE) Reyes protagonizó la primera acción meritoria al hacerse con un rebote pero completó su movimiento con un disparo flojo, fácil para Cavallero. Una jugada a balón parado mal defendida, calvario del Celta esta temporada, permitió un remate en semifallo del Edu del equipo inglés, que aprovechó el rechace del balón en la cara de Cavallero para apurar la acción hasta el fondo de la portería.
El Celta tuvo cinco minutos de parada por atención médica a su guardameta para rumiar su fatalidad pero también para rearmarse en búsqueda de algo mejor, algo que no tardó en lograr en un jugada similar al gol encajado. El lateral Sylvinho puso un balón templado al punto de penalti que el Edu céltico cabeceó de forma espléndida lejos del alcance de Lehmann. Las fuerzas volvían a estar parejas y el Celta retomaba ánimo para ir en busca de la victoria. Edu, muy activo, tuvo el segundo en un disparo desde la frontal al que esta vez respondió Lehmann con una gran estirada.
La segunda parte se inició con más intensidad y con cambio de situación de piezas por ambos entrenadores. Wenger arrimó a Reyes a la banda para buscar el desborde de una zaga que había estado muy tranquila por esa zona en la primera parte y Radomir Antic permutó a Ángel y Edu en ataque para buscar más profundidad con el brasileño delante del lateral Clichy. Los vigueses gozaron de una excelente ocasión en cabezazo de Mostovoi al larguero pero se toparon con la gran calidad individual de conjunto inglés y un golazo, de nuevo de Edu, una preciosa y sorprendente rosca desde la frontal que se coló por la escuadra.
El Celta demostró ser consciente de la dificultad y no se desanimó por el golpe recibido. Continuó apretando para mejorar su suerte y la encontró seis minutos después en otra acción de estrategia. El saque de esquina botado por Mostovoi buscó la cabeza del central Sergio cuyo remate golpeó en José Ignacio en el área pequeña. Sergio cazó el rebote y concluyó la acción con acierto pese al esfuerzo último de Lehmann. Antic metió a hombres de refresco, mientras que el Arsenal esperaba su opción de contraataque amparado en la velocidad de sus delanteros.
El partido estaba abierto y cualquiera podía anotar. Para desgracia del Celta, el marcador guardó turno de forma rigurosa y el Arsenal demostró que sus carencias de juego de equipo las suple de forma brillante con una calidad individual envidiable. Sus hombres de vanguardia combinaron con rapidez y precisión en una escasa porción de terreno para que Pires acabara con un disparo suave y colocado a la base del poste. Los jugadores célticos, muy cansados por el esfuerzo, ya no tuvieron fuerza ni ideas para poner en peligro la victoria del conjunto londinense que, satisfecho con el resultado, trató de dormir el partido hasta el pitido final.
El Celta tuvo cinco minutos de parada por atención médica a su guardameta para rumiar su fatalidad pero también para rearmarse en búsqueda de algo mejor, algo que no tardó en lograr en un jugada similar al gol encajado. El lateral Sylvinho puso un balón templado al punto de penalti que el Edu céltico cabeceó de forma espléndida lejos del alcance de Lehmann. Las fuerzas volvían a estar parejas y el Celta retomaba ánimo para ir en busca de la victoria. Edu, muy activo, tuvo el segundo en un disparo desde la frontal al que esta vez respondió Lehmann con una gran estirada.
La segunda parte se inició con más intensidad y con cambio de situación de piezas por ambos entrenadores. Wenger arrimó a Reyes a la banda para buscar el desborde de una zaga que había estado muy tranquila por esa zona en la primera parte y Radomir Antic permutó a Ángel y Edu en ataque para buscar más profundidad con el brasileño delante del lateral Clichy. Los vigueses gozaron de una excelente ocasión en cabezazo de Mostovoi al larguero pero se toparon con la gran calidad individual de conjunto inglés y un golazo, de nuevo de Edu, una preciosa y sorprendente rosca desde la frontal que se coló por la escuadra.
El Celta demostró ser consciente de la dificultad y no se desanimó por el golpe recibido. Continuó apretando para mejorar su suerte y la encontró seis minutos después en otra acción de estrategia. El saque de esquina botado por Mostovoi buscó la cabeza del central Sergio cuyo remate golpeó en José Ignacio en el área pequeña. Sergio cazó el rebote y concluyó la acción con acierto pese al esfuerzo último de Lehmann. Antic metió a hombres de refresco, mientras que el Arsenal esperaba su opción de contraataque amparado en la velocidad de sus delanteros.
El partido estaba abierto y cualquiera podía anotar. Para desgracia del Celta, el marcador guardó turno de forma rigurosa y el Arsenal demostró que sus carencias de juego de equipo las suple de forma brillante con una calidad individual envidiable. Sus hombres de vanguardia combinaron con rapidez y precisión en una escasa porción de terreno para que Pires acabara con un disparo suave y colocado a la base del poste. Los jugadores célticos, muy cansados por el esfuerzo, ya no tuvieron fuerza ni ideas para poner en peligro la victoria del conjunto londinense que, satisfecho con el resultado, trató de dormir el partido hasta el pitido final.
Ficha técnica del partido
Arsenal, 3: Lehmann; Lauren, Touré, Campbell, Clichy (Cygan, m.89); Ljunberg (Bentley, m.89), Vieira, Edu, Pires; Reyes (Kanu, m.77) y Henry
Goles: 0-1, m.18: Edu; 1-1, m.27: Edu; 1-2, m.58: Edu; 2-2, m.64: José Ignacio; 2-3, m.79: Pires
Árbitro: Anders Frisk (Suecia). Mostró tarjeta amarilla al local Sylvinho y a los visitantes Edu y Vieira
Incidencias: Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 25.000 aficionados