El Athletic saca petróleo del tempranero gol de Aduriz para vencer al Celta y escapar del pozo

(Libertad Digital) El Celta, mermado por la baja de la pareja de centrales Sergio-Contreras, se vio sorprendido muy pronto por su rival. A los seis minutos, tras un desajuste defensivo del equipo vigués, Aduriz recogió completamente solo el balón en la frontal del área para batir a Pinto con un tiro raso. El Athletic decidió entonces atrasar sus líneas a la espera de aprovechar algún contraataque, buscando la velocidad de Aduriz y la movilidad de Fran. El planteamiento le salió bien al equipo de Clemente, pues la acumulación de jugadores en el centro del campo desquició al Celta, que se empeñó en atacar por el centro sin éxito.

Así, el equipo de Fernando Vázquez sólo inquietó a Lafuente con tiros lejanos o en balones colgados al área, en los que la incorporación de los centrales celestes, sobre todo de Lequi, creaba problemas a la defensa del Athletic. En el minuto 25, Jorge Larena buscó sorprender al portero vasco con un tiro lejano, pero Lafuente envió el esférico a córner con muchas dificultades. Diez minutos después, Lequi cabeceó solo una falta lateral ejecutada por Canobbio pero su remate se marchó ligeramente por encima del larguero. El Celta, muy espeso en ataque, dispuso de la mejor ocasión de gol a falta de seis minutos para el descanso: el holandés De Ridder sacó un magistral centro que creó una falta de entendimiento entre Luis Prieto y Lafuente, pero Canobbio, a puerta vacía, no aprovechó el error y envió el balón fuera para desesperación de los aficionados gallegos.

En la segunda parte, el Celta cambió de actitud, salió con más ambición y empezó a meter al Athletic en su área. Nada más reanudarse el choque, De Ridder avisó con un disparo que Lafuente despejó a córner, y poco después de nuevo el meta vasco salvó a su equipo con una gran estirada a cabezazo de Baiano. La salida del Celta le dio miedo a Clemente, que vio peligrar el resultado y rápidamente reaccionó, reforzando el centro del campo con la entrada de Tiko por Etxeberría. Pero el conjunto gallego se quedó sin ideas y volvió a cometer los mismos errores que en la primera parte. Insistió en atacar por el centro, y además pareció como si al equipo de Fernando Vázquez se le acabara la gasolina, lo que permitió a los bilbaínos estirar un poco sus líneas.

Al Athletic le valía el resultado, de ahí que con el paso de los minutos renunciara completamente al ataque. Clemente le dio una lección táctica a Vázquez, pues su planteamiento, además de ser eficaz, sirvió para desarbolar a un rival que se mostró impotente en la faceta ofensiva a pesar de tener la posesión del balón durante casi todo el partido. No obstante, en el minuto 82, Jesús Perera, que había sustituido a Jorge Larena, tuvo en sus botas la oportunidad para empatar el partido, tras una acción en la que la defensa y el banquillo bilbaíno pidieron fuera de juego, pero su remate se marchó por encima del larguero, acabando así con el sueño del Celta de sumar al menos un punto.