El AZ Alkmaar asalta el fortín de El Madrigal y pone al Villarreal contra las cuerdas (1-2)

L D (EFE) El AZ Alkmaar se presentaba en Villarreal como el equipo sorpresa de la competición y por exhibir un juego atrevido y valiente, sin importar el rival que tenga enfrente. Pronto justificó este cartel. A los doce minutos se adelantaba en el marcador y lograba acabar con la larga racha sin recibir un gol de José Manuel Reina en Europa, con un tanto desde fuera de área de Landzaat.

Pero la reacción del submarino amarillo fue inmediata. A los dos minutos de recibir el gol, Juan Román Riquelme devolvía la igualada al marcador y lideraba a su equipo para protagonizar un reacción que puso en apuros al guardameta Timmer en varias ocasiones. Sin embargo, el cuadro de los Países Bajos, ante el cambio de panorama del partido, tampoco se olvidó de la portería de Reina e hizo gala de la vocación ofensiva que le ha hecho famoso en la presente temporada.

Riquelme desaprovechó un penalti para situar por delante en el marcador al Villarreal en el minuto 27 de partido, tras un claro derribo a Lucho Figueroa. Timmer adivinó la trayectoria de lanzamiento y atajó el balón. Superada la media hora de juego, el partido entró en un fase en la que ambos equipos tuvieron sus opciones de variar el marcador. El equipo de Manuel Pellegrini insistía en buscar el segundo gol, pero el AZ Alkmaar lo hacía casi con la misma intensidad. El cuadro holandés movía con soltura el balón y logró lo que ningún otro rival europeo había conseguido hasta la fecha: que la pelota no fuese del Villarreal y que su posesión estuviera muy repartida.

En el segundo tiempo no se bajó ni un ápice la intensidad. Ambos equipos mantuvieron la misma actitud sobre el campo, pero fue el Villarreal el que llevó la iniciativa ante un rival que aprovechaba su velocidad para lanzar peligrosos contragolpes. Conforme avanzaba el partido el equipo español intensificó su presencia en el campo rival, y aunque Riquelme intentaba deshacer la igualada en el marcador, el equipo de Co Adriaanse estaba bien ubicado en defensa y, ayudado por su portero, deshizo cualquier intentona local.

Además, el cuadro holandés no dejaba de buscar su oportunidad de mejorar el marcador, lo que sucedió a casi un cuarto de hora del final del partido, cuando Nelise aprovechó un rechace dentro del área pequeña para marcar el segundo gol. Desde este momento el partido decayó, con el Villarreal a la desesperada para intentar, al menos, empatar el partido frente a un equipo con las ideas muy claras y que no permitió muchas alegrías a los locales.