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El Barcelona busca su séptima Liga de Campeones ante un Ciudad Real que quiere estrenarse

El Barcelona, con seis títulos en la Liga de Campeones, buscará este sábado en el Palau Blaugrana ante el Ciudad Real poner un peldaño más en su extenso historial, mientras que la entidad manchega buscará estrenarse en esta competición y cuenta con un gol de ventaja del partido de ida de la final (28-27). El objetivo del Barca será remontar ese gol en contra. Esa es la distancia que separa a los azulgranas de su séptimo cetro continental. Para el conjunto manchego, el mantenimiento de esa mínima ventaja le representará la primera Liga de Campeones.

El Barcelona, con seis títulos en la Liga de Campeones, buscará este sábado en el Palau Blaugrana ante el Ciudad Real poner un peldaño más en su extenso historial, mientras que la entidad manchega buscará estrenarse en esta competición y cuenta con un gol de ventaja del partido de ida de la final (28-27). El objetivo del Barca será remontar ese gol en contra. Esa es la distancia que separa a los azulgranas de su séptimo cetro continental. Para el conjunto manchego, el mantenimiento de esa mínima ventaja le representará la primera Liga de Campeones.
L D (EFE) El técnico azulgrana, Xesco Espar, ha aislado a su equipo del entorno y de las posibles presiones y ha seguido entrenando esta semana a puerta cerrada, para tener a toda su plantilla totalmente concentrada para el encuentro. Antes del partido de ida, Espar ya había manifestado que una derrota en el Quijote Arena de dos o tres goles era una desventaja superable en el Palau.

El único problema en la plantilla barcelonista es el estado físico del guardameta Dejan Peric, quien arrastra una pequeña lumbalgia y no ha podido completar las sesiones de trabajo de la semana, aunque todo apunta a que estará mañana bajo los palos. "Nos merecimos que la final se decidiese en el Palau. Este era nuestro principal objetivo, aunque la eliminatoria está aún a su favor por ese pequeño margen de un gol", dijo Espar.

El técnico azulgrana concretó que en la final "puede pasar de todo". "Pero tenemos que defender como lo hicimos en la pista manchega y sin dejar que nada nos haga perder la concentración". De todas formas, Espar no quiso dejarse llevar por la euforia y recordó que hace diez días el Ciudad Real "ya ganó en el Palau (25-27). Lo normal de estos partidos es que nada se decida hasta el final". "Confío en que podemos ser campeones, pero siempre respetando al rival", añadió el entrenador del conjunto barcelonista, quien aseveró que nadie como él sabe cuánto desea éste título. "Especialmente por nuestra afición, que se ha volcado siempre con nosotros".

El ambiente en la plantilla azulgrana es de convencimiento de que puede superar ese gol en contra. Así, Iker Romero, que logró siete goles en poco más de quince minutos en la ida, sólo tiene una frase en su boca: "Vamos a ir a muerte". El jugador quiere ganar mañana su primera Liga de Campeones, como Laszlo Nagy, Fernando Hernández, Jerome Fernández y Dragan Skrbic, jugadores consagrados y que aún no tienen ese título en su palmarés.
 
Otros jugadores como Andrei Xepkin, que junto a Davor Dominikovic y Salva Puig, esperan repetir mañana su buena actuación como en el partido de ida, mientras que Xavier O' Callaghan desea despedirse del balonmano profesional con el máximo galardón europeo. El Barcelona no pierde en el Palau en la máxima competición europea desde el 23 de marzo de 1997 (22-26 ante el Celje), mientras que su último empate, el único, fue ante el Haukar islandés el 22 de noviembre del 2003.
 

Por parte del Ciudad Real, su técnico Juan de Dios Román declaró que en los pronósticos de la final ya comentó que "jugar la vuelta en casa era fundamental y lo normal es que el partido, y por tanto la eliminatoria, se decida en los últimos minutos". Román apuntó que el Ciudad Real tiene delante "el partido total", y que está situación es "soñada", debido a que juegan "dos equipos españoles".

"Mi equipo está por primera vez en esta situación, a la espera de atar todos los cabos para poder realizar un gran partido. Será difícil y complicado, y con el objetivo primario. En eso hemos trabajado toda la semana y también en evitar la excesiva tensión", añadió. El entrenador del Ciudad Real ensalzó el juego de su equipo en la ida y criticó que se sostuviera que la entidad manchega cometió fallos y que, en cambio, "todo en el Barca fueran aciertos. Esto no fue así".

"El Barcelona también tuvo sus errores, como tienen todos los equipos, y en estos partidos lo fundamental es disminuir al máximo los errores importantes", apuntó. Román reconoció que han hecho autocrítica de los errores, y por otra parte también desveló lo que se ha comentado en el vestuario del Ciudad Real en relación a las sensaciones que se desprenden de sus jugadores ante la posibilidad de hacer historia para él, con la obtención de su primera Copa de Europa.

"La historia esta ahí, pero los protagonistas son distintos. En nuestra plantilla hay jugadores, por poner un ejemplo, que no conocen nada de los cinco títulos consecutivos que conquistó el Barcelona", recalcó. "El Barcelona camina ya apoyado en una larga historia de títulos desde hace muchos años y el Ciudad Real está buscándose un hueco en la elite. Esta es la diferencia", dijo.

El técnico del conjunto manchego contará con los mismo jugadores que disputaron el encuentro de ida, que son: los porteros Hombrados y Fort; los extremos Dzomba y Kallman; los pivotes Urios, Dinart y Prieto; los centrales Dujshebaev y Clausm y los laterales Pajovic, Stefansson, Zaky, Entrerrios y Ortega. El Ciudad Real contará con el apoyo de medio millar de aficionados en la Ciudad Condal. Estos 500 seguidores partirán esta madrugada en autobús hacia Barcelona.

Encuentro de vuelta de la final de la Liga de Campeones
Pista: Palau Blaugrana de Barcelona (8.000 espectadores)
Hora: 17:00 (Sábado)
Árbitros: Frank Lemme (ALE) y Bernd Ullrich (ALE).

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