El Deportivo se lleva una inmerecida victoria ante un Levante que hizo y mereció más

L D (EFE) La primera mitad tuvo un nivel de juego muy bajo. Ambos equipos se enfrascaron en una intensa lucha por hacerse con el control del centro del campo que supuso la ausencia absoluta de ocasiones de gol hasta bien entrado el partido. Así, tanto el levantinista Mora como el deportivista Munúa apenas tuvieron contacto con el balón en los primeros veinte minutos de partido, en los que tanto una defensa como la otra ahogaron cualquier intentona atacante. Sólo Sergio García obligó al uruguayo Munúa a esforzarse en una internada del jugador local, mientras que Tristán intentó, con un taconazo, abrir el marcador al poco de superarse el ecuador de este primer periodo.

El partido se animó ligeramente poco antes de llegarse a la media hora de juego. El propio Sergio García lo intentó con un disparo seco desde fuera del área que de nuevo se encontró con la mano de Munúa, mientras que en la siguiente jugada el Depor se plantó ante la meta local pero tampoco aprovechó su opción de gol. Pero tuvo que ser un fallo defensivo del equipo valenciano lo que llevó al Depor a inaugurar el marcador cuando faltaban cuatro minutos para alcanzarse el descanso. Diego Tristán, con un remate acrobático, batió a Mora, a pesar de que el meta local tocó el balón pero no pudo evitar el tanto. Los locales protestaron por un posible fuera de juego del delantero andaluz.

El tiempo añadido del primer tiempo deparó aún una nueva ocasión de gol para el Deportivo en las botas de Víctor, aunque Mora se hizo con el balón bombeado con el que el deportivista intentó sorprender al meta local. Antes de cumplirse el primer minuto del segundo periodo el partido deparó otro mano a mano entre Mora y Tristán, aunque en esta ocasión resuelto a favor del meta local, que respondió con la mejor parada de la tarde al peligrosísimo remate del atacante sevillano. En nada se parecía el partido en este segundo tiempo al juego de la primera parte. Con una intensidad notable, el balón iba de portería a portería, con un Levante que buscaba la igualada y un Deportivo que tampoco desdeñó la posibilidad de aumentar su ventaja.

El búlgaro Manchev falló lo que parecía imposible. El balón centrado por Pinillos desde la banda derecha no fue aprovechado en el área chica por el internacional búlgaro, que en una inmejorable posición de remate tocó con la cabeza sin contundencia y la pelota se perdió por la línea de fondo. Pero si buena fue la ocasión del jugador del Levante quizá aún mejor fue la de Tristán, quien encaró la portería local en solitario, pero de nuevo el meta levantinista ganó la partida a su rival y evitó el segundo tanto deportivista.

Las ocasiones se sucedían en una portería y otra. Si el jugador jugador andaluz del Depor cruzaba ahora en exceso el balón en su enésima ocasión de gol, Manchev tampoco supo concretar, poco después, en una internada en el área gallega, del mismo modo que el lanzamiento desde fuera del área de Jofre se fue ligeramente alto. El partido se convirtió en una rivalidad de desaciertos ofensivos entre Tristán y Manchev, ya que si el sevillano se hartó de fallar ante Mora, el búlgaro también desaprovechó los numerosos balones de los que dispuso y, en dos ocasiones seguidas, no supo que hacer con el balón dentro del área, lo que desesperó a una afición que se cansó de ver tal sucesión de fallos. Con el Levante volcado en el área visitante y el Dépor defendiendo con todo acabó un partido en el que el Levante acusó la escasa puntería de sus atacantes