L D (EFE) Tras la segunda ascensión de la jornada, al Alto de Las Hortichuelas, se formaba un grupo en cabeza con trece corredores, entre los que se encontraban Iñigo Landaluce, Joan Horrach y David Millar, que han sido capturados a la salida de Campohermoso. Los intentos de escapada han sido muchos a lo largo de la prueba, y el siguiente corte importante se ha producido tras la subida a Lucainena de las Torres, quedándose en cabeza Landaluce y Ramón Troncoso, a los que se han unido Juan Olmo y Andrea Masciarelli, con un grupo detrás en el que figuraban corredores como Carlos Sastre, David de la Fuente, Horrach, Danilo Napolitano o José Luis Elías.
El pelotón se frenaba a falta de 30 kilómetros, tras una confusión en una rotonda que le llevó a perder el ritmo y tras la que saltaban cuatro corredores (Eduard Vorganov, Juan Olmo, Vicente Ballester y Giusseppe Muraglia) que serían los que llegarían a la meta de la Avenida Federico García Lorca. En el grupo perseguidor, Napolitano, uno de los favoritos, intentaba salir una y otra vez para dar alcance a los cuatro fugados, aunque ninguno de sus ataques fue productivo.
Los cuatro primeros entraban en el circuito urbano de Almería, en los últimos seis kilómetros, con todo por decidir, y tras los intentos de Vorganov, el primero en atacar a dos kilómetros, Olmo y Ballester, era Muraglia el que se adelantaba en la recta final de meta imponiéndose en la llegada.
El pelotón se frenaba a falta de 30 kilómetros, tras una confusión en una rotonda que le llevó a perder el ritmo y tras la que saltaban cuatro corredores (Eduard Vorganov, Juan Olmo, Vicente Ballester y Giusseppe Muraglia) que serían los que llegarían a la meta de la Avenida Federico García Lorca. En el grupo perseguidor, Napolitano, uno de los favoritos, intentaba salir una y otra vez para dar alcance a los cuatro fugados, aunque ninguno de sus ataques fue productivo.
Los cuatro primeros entraban en el circuito urbano de Almería, en los últimos seis kilómetros, con todo por decidir, y tras los intentos de Vorganov, el primero en atacar a dos kilómetros, Olmo y Ballester, era Muraglia el que se adelantaba en la recta final de meta imponiéndose en la llegada.