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El penúltimo raulista vivo

Un abrazo que nos dice muchas cosas

Algo tendrá Mourinho cuando lo bendicen dos hombres del fútbol con gustos tan diametralmente opuestos como Diego Maradona y Javier Clemente. Probablemente Mourinho se ponga el traje de iconoclasta cuando sale de casa todas las mañanas pero, pese a ello, estoy plenamente convencido de que una de las claves fundamentales de su éxito como entrenador radica precisamente en el respeto profundo de la historia, símbolos y códigos de los clubes para los que ha trabajado. Al principio me costaba creer que Genaro Gattuso, que hace bien poco vio cumplido su sueño de abrir una pescadería en Gallarate, pudiera ser para los aficionados el líder indiscutible de un club como el Milan, un equipo que cuenta en sus filas con jugadores tan extraordinarios como Seedorf, Pato, Ronaldinho, Inzhagi o Pirlo. Puede que Gattuso no sea el futbolista más habilidoso que haya pisado el césped del Giuseppe Meazza aunque resulta tan importante para sus entrenadores a la hora de hacer un equipo que hasta Ancelotti quiso llevárselo con él al Chelsea. Estoy convencido de que Mourinho habría respetado lo que Gattuso significa para la gente del Milan.

Empecé a creerme de verdad que Marco Materazzi, el jugador más tatuado del mundo, era el símbolo del actual Inter de Milán cuando el sábado de la final de la Champions no paré de ver por Madrid a tifosi con su nombre y su dorsal, el 23, grabado en las camisetas. Por cada una de Zanetti, que lleva allí toda la vida, o de Eto'o, que acaba de llegar, veía cinco del defensa (algunos dirán, no sin cierta razón, que leñador) de Lecce. De ahí que el gesto que tuvo Mourinho al final del partido contra el Bayern, el largo y sentido abrazo en el que se fundió con Marco y las lágrimas de ambos, entrenador y jugador, que a algunos les ha parecido guionizado por la factoría Disney, vayan para mí más allá del mero acto protocolario de un jefe hacia su empleado en agradecimiento por los buenos servicios prestados. A lo mejor Guti se lo piensa por detalles como ese. Por eso no tengo tan claro que vaya a abandonar Raúl.

El caso es que, dentro de una o dos horas, Florentino Pérez anunciará al mundo que Manuel Pellegrini es pasado reciente y, dependiendo del estado de las negociaciones con Moratti, José Mourinho es rabioso presente o futuro inmediato. En cuanto al comportamiento del Real Madrid con Pellegrini, supongo que los dos millones y medio de euros que el chileno va a ingresar en su cuenta corriente por el año que tenía firmado y no va a trabajar será un desagravio suficientemente atractivo para él por estos siete durísimos días de impasse. Seguramente a F.P. le habría gustado poder actuar de otro modo y tenerlo todo atado y bien atado un minuto después de que el árbitro pitara el final del partido contra el Málaga, pero desafortunadamente no fue así. Ahora bien, Pellegrini es un tipo inteligente y ya sabía desde mucho tiempo antes que no iba a seguir ni aún ganando la Liga por sorpresa. Que le vaya bien en lo personal y en lo profesional. Afortunadamente para él, no le veo con problemas para llegar a final de mes.

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