L D (EFE) Marcio Amoroso dos Santos, el curtido ariete de 31 años fichado de urgencia para afrontar los últimos cuatro partidos del torneo, marcó el primer gol con un cabezazo a los 16 minutos. También con la cabeza, a los 52, el defensa central Fabao puso cifras redondas al partido que siguieron desde las tribunas 75.000 espectadores, 2.000 de ellos seguidores del Atlético Paranaense. Luizao, el máximo cañonero brasileño en la Copa Libertadores, con 28 goles en cinco ediciones, declaró la goleada a los 70 minutos tras un pase de Amoroso, la figura del partido. Diego Tardelli puso la guinda en una vistosa jugada individual a un minuto del final.
Luizao, quien se despedía este jueves del Sao Paulo para atender una millonaria oferta del fútbol japonés, completó cinco tantos en la campaña de Libertadores, los mismos anotados por el guardameta Rogério Ceni. El Sao Paulo y el Atlético Paranaense habían empatado 1-1 en el partido de ida de la final, el miércoles pasado en el estadio Beira-Río, de Porto Alegre. El sucesor del Once Caldas colombiano, campeón de la edición de 2004, hizo gala de su mayor consistencia futbolística gracias a la experiencia internacional de Rogério Ceni, Amoroso, Luizao, Junior, Cicinho y el uruguayo Diego Lugano. Los once del Atlético Paranaense apelaron a la emoción para compensar lo que le sobraba al adversario. Como dicen los hinchas del fútbol en Brasil, que son sus 180 millones de habitantes, jugaron "con el corazón en la punta de las botas".
En el primer tiempo el anfitrión monopolizó el campo y el balón. A los siete minutos Luizao, que había conquistado con el Vasco da Gama la Copa Libertadores de 1998, impuso fuerza para robar el esférico en plena área adversaria y acosado por la marca soltó un pase ajustado que el zaguero Lugano interceptó de raspón, sin poderlo empujar al fondo de la red. Cuatro minutos después el ala Cicinho llegó sin fuerzas tras una galopada en solitario desde su territorio para rematar sin consecuencias, a las manos de Diego. Hasta el gol de Amoroso, el único susto sufrido por el portero Rogério Ceni lo produjo su compañero Alex con un despeje nada ortodoxo que por poco termina con el balón en la red tras un remate franco de Fabrício. La jugada del primer gol la inventó Luizao con un pase de tacón a Danilo que de primera remató con dificultad. Diego contuvo a medias y el balón quedó servido en bandeja a Amoroso, quien de cabeza lo depositó en la portería vacía. A los 42 minutos Danilo desperdició por su pésima puntería una oportunidad clara de ampliar la ventaja.
También por mal tino reforzado con mala suerte en la agonía del primer tiempo Fabrício explotó el útil en el vertical derecho de Rogério Ceni. Se perdía así el penalti que Alex había cometido por sujetar en el área al gigante Aloísio. Los equipos apenas comenzaban a asentarse en la cancha tras el intervalo cuando Fabao clavó de cabeza el segundo gol en una jugada que comenzó Cicinho al servir un córner. Luizao, que ya había visto el anuncio rojo de su salida, recibió un pase milimétrico de Amoroso y con toque suave la anidó ante la vista impotente del meta atleticano. El Sao Paulo completó 33 goles en la Copa Libertadores, un registro muy superior a los veinticinco hechos en la edición de 1974. Diego Tardelli, que había ingresado a los 78 minutos en sustitución de Amoroso, redondeó la brillante noche de los pupilos de Paulo Autuori con un remate suave y envenenado a los 89 minutos.
Ficha técnica del partido
Sao Paulo, 4: Rogério Ceni; Fabao, Diego Lugano, Alex; Cicinho, Mineiro, Josué, Danilo, Júnior (Fabio Santos, m.85); Luizao (Souza, m.72) y Amoroso (Diego Tardelli, m.78)
Atlético Paranaense, 0: Diego; Jancarlos, Danilo, Durval, Marcao (Rodrigo, m.60); Fabrício, Cocito, André Rocha (Alan Bahía, m.82), Evandro; Lima (Fernandinho, m.60) y Aloísio
Goles: 1-0, m.16: Amoroso. 2-0, m.52: Fabao. 3-0, m.70: Luizao. 4-0, m.89: Diego Tardelli
Árbitro: El argentino Horacio Helizondo amonestó a Lugano, Evandro, Cocito, Fabao, Danilo y André Rocha
Incidencias: Partido decisivo de la edición 46 de la Copa Libertadores disputado ante 75.000 espectadores