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Estados Unidos salva su orgullo al derrotar a Argentina y hacerse con el bronce

Tras verse apartada de la final del Mundial de Japón, Estados Unidos se ha colgado el bronce tras vencer a Argentina en la final de consolación (96-81). La selección albiceleste acusó demasiado el golpe moral de la derrota del viernes ante España y en ningún momento mostró la intensidad defensiva ni el control del juego del que hizo gala el día anterior. Argentina llegaba al torneo con el objetivo de llegar al menos a la final y resarcirse de la derrota en Indianápolis, pero la eliminación ante los de Pepu Hernández y después este varapalo han sepultado sus opciones.

Tras verse apartada de la final del Mundial de Japón, Estados Unidos se ha colgado el bronce tras vencer a Argentina en la final de consolación (96-81). La selección albiceleste acusó demasiado el golpe moral de la derrota del viernes ante España y en ningún momento mostró la intensidad defensiva ni el control del juego del que hizo gala el día anterior. Argentina llegaba al torneo con el objetivo de llegar al menos a la final y resarcirse de la derrota en Indianápolis, pero la eliminación ante los de Pepu Hernández y después este varapalo han sepultado sus opciones.
L D (EFE) El campeón olímpico de Atenas ya sabía lo que era ganar a un equipo de la NBA. En Indianápolis 2002 lo logró en la primera fase al tumbar a un mito, a una selección que llevaba 58 partidos sin perder. Estados Unidos finalizó en aquel Mundial sexta con el orgullo herido, algo que trató de reparar en Japón pero no pudo, al toparse en semifinales con una selección griega pletórica. En la pugna por el bronce se enfrentaron el equipo con el mejor promedio de anotación del torneo, EEUU, con el que menos puntos había encajado, Argentina.

Las dos selecciones salieron a jugar con una cierta relajación. Nada que ver con la intensidad que exhibieron la víspera, bien por la decepción que arrastraban al no poder disputar el título, o bien porque les pesaban las piernas tras el esfuerzo titánico realizado en semifinales. Ante la distensión defensiva existente, el partido parecía destinado a decidirse en el capítulo ofensivo, algo muy peligroso para Argentina dado que el combinado NBA es ahí donde mejor se mueve. Sin embargo los jugadores argentinos comenzaron dominando dado que en frente se encontraron con una zona, que no les costó nada romper.

Luis Scola y Oberto la hicieron añicos dentro de la pintura con ocho puntos consecutivos. La circulación de balón funcionaba y dejaba a los tiradores solos. Nocioni colocó la primera ventaja amplia en el marcador (12-4) y sólo habían transcurrido tres minutos. La selección estadounidense se mostró errática en ataque y permitió rápidas transiciones a su rival, comandadas por un inspiradísimo Pepe Sánchez. El base del Unicaja de Málaga dio un recital de pases, dejando claro que es el mejor pasador del torneo, con un promedio hasta este partido de 5,8 asistencias.

El duelo entró en un toma y daca en ataque del que salió mejor Argentina, con mención especial para Scola que finalizó el primer cuarto con 12 puntos. El conjunto sudamericano se fue con una cómoda ventaja al segundo cuarto (21-29), que comenzó con la misma dinámica y un Carlos Delfino que lo metía todo. El escolta de Detroit Pistons demostró que se merece más minutos en la NBA con un recital de lanzamientos y penetraciones. Los seis primeros puntos de su equipo en este corte fueron suyos.

Sin embargo, Argentina seguía sin controlar el tempo del partido, con los dos equipos corriendo de un lado para el otro, y entonces Estados Unidos comenzó a hacer daño. Chris Paul tras un robo de balón acercó a los suyos en el marcador (32-35, min. 15) y para Sergio Hernández esa fue la gota que colmó el vaso. Pidió un tiempo muerto y les echó a sus jugadores una bronca monumental. "¿Para quién jugáis para la gente o para ganar el partido?", les gritó a sus jugadores.

Carlos Delfino y Herrmann con dos triples mantuvieron a su equipo por delante pero la ventaja que rondaba los seis puntos tardó muy poco en esfumarse. Dos faltas en ataque de Scola y de Delfino, la primera incomprensible y fuertemente protestada por el banquillo argentino, desconcentraron a la 'albiceleste'. Carmelo Antonhy lideró la remontada estadounidense con un triple y una canasta con tiro adicional que transformó hasta poner por delante a los suyos (45-46, min. 29)

A partir de ahí Estados Unidos ya no perdió el control de la situación, con un rival que además se había cargado de faltas. Oberto, Ginóbili y Wolkowyski se fueron al descanso con tres faltas cada uno. Los pupilos de Mike Krzyzewski se hallaban en su salsa. Entraron al tercer cuarto con un ritmo de anotación sostenido frente a un conjunto argentino que comenzó a tener problemas para ejecutar sus jugadas.

Estados Unidos comenzó entonces su escapada en el marcador, de la mano de LeBron James y Shane Battier, quien colocó el 69-59 cuando faltaba un minuto para el final del tercer cuarto. Argentina estaba tocada. En el capítulo definitivo, el escolta de los Heats de Miami, Dwyane Wade se ocupó de rematar a la 'albiceleste' con un recital de puntos. En mejor jugador de la última final de la NBA finalizó el partido como el máximo anotador, con 32 puntos.


Ficha técnica el partido

96 - Estados Unidos (21+27+19+27): Johnson (0), Hinrich (2), James (20), Brand (13), Anthony (15) - cinco inicial - Bosh (1), Howard (7), Battier (2), Miller (0), Jamison (0), Paul (4) y Wade (32)
81 - Argentina (27+22+13+21): Sánchez (6), Nocioni (18), Scola (19), Ginóbili (10), Oberto (6) -cinco inicial-, Prigioni (0), Farabello (-), Gutiérrez (-), Delfino (13), Fernández (2), Herrmann (5) y Wolkowyski (2)

Árbitros: Juan Carlos Arteaga (ESP), Nikolaos Zavlanos (GRE), Scott Jason Butler (AUS). Pitaron técnica a Carlelo Anthony por protestar (min. 19) y excluyeron por personales a Scola y Brand en el último cuarto.
Incidencias: partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial 2006 disputado en el Saitama Super Arena, en la ciudad de Saitama (al norte de Tokio) ante 18.000 espectadores.

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