En las últimas dos semanas el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, se ha visto envuelto en una polémica con José Mourinho. El técnico gunner dijo que el Chelsea no admite que es favorito para ganar la Premier porque Mourinho tiene "miedo a fracasar". El entrenador portugués respondió que Wenger es "especialista en fracasar. Yo no. Así que si él tiene razón y yo estoy preocupado por si fracaso, será porque no he fracasado tantas veces", respondía el de Setúbal.
En 2011, el entrenador francés fue elegido como el mejor entrenador de la década (2001-2010), según una votación realizada por la Federación de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS), mientras que José Mourinho quedó en tercer lugar, por detrás de Sir Alex Ferguson.
Sin embargo, precisamente las estadísticas demuestran que el portugués es el entrenador más exitoso de los dos. El técnico del Chelsea supera a su colega del Arsenal tanto en número de títulos ganados como en porcentaje de victorias y derrotas.
En sus 30 temporadas como entrenador, Wenger ha ganado un total de 15 títulos (0,5 títulos por campaña). Mientras tanto, el de Setúbal se ha llevado 20 títulos en 14 temporadas (1,4 por año). La diferencia es de casi uno por temporada a favor del portugués.
Además, en lo que a los grandes competiciones se refiere, Mourinho ha ganado siete ligas en cuatro países distintos frente a las cuatro ligas que ha ganado el francés con el Mónaco y el Arsenal. La superioridad del portugués es aun más patente en las competiciones europeas, donde ha ganado dos Champions y una Copa de la UEFA, mientras que el mayor éxito del Arsenal de Wenger es la final de Champions de 2006, que los gunners perdieron ante el Barcelona.
Mourinho también tiene mejor porcentaje de victorias como entrenador (68%) frente al 54 % del de Estrasburgo, que ya lleva ocho temporadas sin ganar ningún título. En este mismo periodo (2005-2013), el técnico portugués ganó una Champions, cinco Ligas (dos con el Chelsea, dos con el Inter y una con el Real Madrid), cinco Copas y dos Supercopas.
José Mourinho y Arsene Wenger han reabierto la batalla psicológica en un momento en el que sus respectivos equipos luchan por el título de la Premier.