Cuando la sinfonía de Luis Enrique está entonada, cualquier atisbo de poder parar a este Barcelona parece complicado. Hoy no ha hecho falta que apareciera la mejor versión de su tripleta atacante. Pero a la más mínima, en un descuido, te crean ocasión. Y a poco que estén acertados, marcan. Así ha ocurrido en los tres goles, todos llegados de un error del Villarreal, con Musacchio presente.
Primero, con un balón que roba Luis Suárez y cede a Messi. Después, con una pared de Iniesta con el uruguayo, al que no llega éste, pero de rebote, tras tocar en Musacchio, le toca el balón y le cae al manchego. Y después con un remate de córner que mete Piqué, ante la inoperancia del mismo. Y pudieron ser cuatro, si Neymar hace bueno el gesto de Messi, que le deja lanzar un penalti. Menos mal que Trigueros, en otro error, ahora de Ter Stegen, le da algo de vida a la eliminatoria para los amarillos.
En cierto modo, ese cuarto gol habría hecho justicia a la música que hoy se ha escuchado en el Camp Nou, donde el Barcelona ha ejercido de orquesta perfectamente engranada. Presión alta, con ganas de balón, y mucha velocidad. No chirría nada ni nadie, salvo dos fallos graves de Ter Stegen, aunque es justo reconocer su mérito salvando otro.
Monólogo del Barça, pero sin acierto
Se tiró el Barcelona cuarenta minutos tocando y pisando área. Y con un denominador común: la falta de acierto. Parece mentira que el que fuera Bota de Oro la temporada pasada tenga tan nublado el punto de mira. Se lanzaba, se giraba. Pero no entraba. Tampoco de cabeza. Así que decidió cambiar su registro, y tras agobiar a la defensa amarilla entre él y Neymar, Suárez se lleva un balón, cuando Musacchio se duerme. Se planta en el área, y tras un amago, Messi recibe en el punto de penalti. Éste sí que no falla, y vuelve a anotar, un día más.
Pero el partido era un claro monólogo. Y lo más curioso es que el director de orquesta era Mascherano, que desde su puesto de coche escoba, sin Xavi ni Busquets hoy, dirigía con soberbia batuta. Si hay que tocar, se toca; si hay que bregar, se brega. Mientras, el Villarreal lo intentaba con Cheryshev y Vietto tratando de salir rápido. Fueron los mejores hace diez días en liga, y lo han vuelto a demostrar. Pero esta vez no pudo ser, porque una mano salvadora de Ter Stegen a remate del argentino evitó el empate al descanso.
Antes, a la media hora, el timón del submarino amarillo desapareció de la lucha por lesión. En un recorte de Iniesta en el área, Bruno Soriano se fue al área, con mala fortuna de acabar lesionado. Se tuvo que marchar, y con él, el punto que une la maquinaria de Marcelino. Poco después llegaría el gol.
Acción-reacción al empate
Sin embargo, su sustituto, Trigueros, cazó un balón en la frontal al poco de comenzar la segunda parte. Disparo seco, duro, y centrado. Fácil para Ter Stegen, pero éste se empeña en dar la de cal de vez en cuando. Se la "tragó" al no poner bien los puños. Esa inseguridad es la que no le hace indiscutible en la Barcelona. Los de Luis Enrique se quejaban porque Jonathan dos Santos estaba en el suelo y reclamaban que tiraran el balón fuera. Pero Trigueros pensó que mejor a gol.
Eso sí. Este Barcelona es de enfado pronto, y para despertar, Iniesta puso la alarma y con Luis Suárez hizo una pared, con ayuda de la defensa amarilla. Le cae dentro del área y con la zurda la cruza. Sube el segundo, golpe en la mesa. La mejor acción-reacción, pensó Luis Enrique.
Sin claras ocasiones en los siguientes minutos, pero el partido se rompió por completo. De área a área, un correcalles que quería el Villarreal, a ver si pillaba una contra rápida. Pero el que cazó un balón en el área fue Gerard Piqué. De cabeza a la red. Y casi sin problemas, ya piensa el Barcelona en estar en la siguiente ronda.
Neymar falló un penalti con el 3-1
Porque el tercero vino acompañado del que pudo haber sido el cuarto. Musacchio se ayuda de la mano ante Messi, y Hernández Hernández no duda y señala los once metros. Messi tiene un gesto con su compañero. Pero Neymar no aprovecha el detalle y se lo para Asenjo. Puede que Messi no le vuelva a dejar otro, ya que en Liga y Champions lucha por el pichichi.
También el Villarreal pudo haberse ido con algún gol más a favor. Se cruzó bien Mathieu al suelo, al más puro estilo Helguera, ante un disparo de Moi Gómez. Y Gio remató de cabeza a la salida de un córner tras una nefasta salida de Ter Stegen. Eso es lo que tiene que mejorar el alemán, porque le pudo haber costado caro.
Defensa de dos goles, más que suficiente. Pero El Madrigal será una olla a presión porque voltear la eliminatoria no es tarea complicada. Para ello, eso sí, habrá que esperar dos semanas. Pero el primer golpe lo ha dado el Barcelona, que ya mira a la final. En 90 minutos puede estar celebrando el luchar por un título.
- Ficha técnica:
Barcelona, 3: Ter Stegen; Alves, Pique, Mathieu, Jordi Alba; Mascherano, Rafinha (Rakitic, min.68), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez.
Villarreal, 1: Asenjo; Mario Gaspar, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Pina, Bruno (Trigueros, min.32), Jonathan dos Santos (Rukavina, min.53), Cheryshev (Moi Gómez, min.73); Vietto y Giovani.
Goles: 1-0: Messi, min.41. 1-1: Trigueros, min.47. 2-1: Iniesta, min.49. 3-1: Piqué, min.64.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a Pina (min.66), Víctor Ruiz (min.70), Musacchio (min.70) y Luis Suárez (min.85).
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 57.378 espectadores. Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento, a los 80 años, del exentrenador alemán del Barcelona Udo Lattek.