Independientemente del resultado que se diese en la final de la Supercopa de Europa ha comenzado una nueva época para el Real Madrid y también para el Atlético de Madrid. Este verano, la estrella del conjunto blanco se marchó y también el técnico que les llevó a sumar tres Champions consecutivas. No están ni Cristiano ni Zidane. Ahora es turno para Lopetegui y los suyos. En el otro lado de la ciudad, la estrella decidió quedarse por primera vez en muchos veranos y el técnico no tiene intención de irse hasta conseguir el objetivo que todos los atléticos desean.
Mucho ha cambiado en los dos barrios. Son dos sensaciones opuestas, pero en la Supercopa de Europa no había tiempo para especular o para poner excusas. Ganó el Atlético por detalles, como se han ganado todos los títulos en el viejo continente que se han disputado con un derbi madrileño de por medio. Lisboa y Milán cayeron del lado blanco y Tallín del rojiblanco. No es lo mismo, nadie lo duda. No hay revancha en torneos diferentes, pero el fútbol vive del presente y, de momento, el Atlético de Simeone le gana al Real Madrid de Lopetegui.
La prórroga decidió un partido muy buen jugado al inicio por los blancos y perfectamente finalizado por los colchoneros. En ese intercambio de golpes que tuvo lugar en la presentación, en el nudo y en el desenlace de la final, el equipo que reinó fue el Atlético y la Supercopa, que iba a viajar seguro a Madrid, lo hará rumbo al Wanda Metropolitano.
Gol de Costa y dominio blanco
Tácticamente se nota y mucho la mano de Julen Lopetegui en el Real Madrid. Fue superior el conjunto blanco al del Cholo Simeone en la primera parte a pesar de que nada más comenzar, Sergio Ramos, Varane y Keylor Navas decidieron premiar la fe infinita de Diego Costa dejándole en bandeja el 0-1 al minuto de partido. El ‘19’ fue a por el balón, Ramos no, y ese hecho es independiente al mes en el que se dispute el partido. Con 60 segundos de juego, no hay ni cansancio ni nada por el estilo. Hay o no hay atención e intensidad. Tuvo más Costa y el goleador marcó un golazo sin ángulo para dar ventaja al Atlético.
El 0-1 dejó confundido al Real Madrid, pero su rival tampoco intentó golpear por segunda vez de forma rápida sino que esperó para asentarse en el terreno de juego y conservar su ventaja. El problema para el Atlético es que en ese periodo de aclimatación al choque, el toque Lopetegui empezó a funcionar. El Real Madrid se impuso con mucha superioridad en las bandas, siempre con superioridad y con los laterales doblando continuamente a su par, y también con las caídas a banda de Benzema y Bale. Toque Julen.
El Atlético se notó lento a la hora de recuperar y salir con el balón jugado y el Madrid siguió creciendo. Bale pasó por encima de Lucas y Benzema jugó al hombre invisible dejando a Godín y Savic sin poder marcar de forma fija a ningún delantero blanco. Fue curioso que el empate llegase en la única jugada en la que sí tenían fijado a Benzema. Centro de Bale, que una vez más dejó KO a Lucas y cabezazo a gol del galo. Premio justo a lo visto en el terreno de juego.
Con 1-1, el Atlético se soltó algo más con Rodrigo y Lemar oxigenando a los suyos. Los laterales del Real Madrid fueron notando el cansancio y cada vez subieron menos permitiendo respirar al cuadro de Simeone, sin embargo, Griezmann no está al ritmo que es habitual en él y sin ese toque, las ocasiones colchoneras no llegaron.
Diego Costa y Lemar, generales del Cholo
La tan famosa frase "esto no es como empieza sino como acaba" define a la perfección el ida y vuelta de la final de la Supercopa. Todo empezó con gol de Diego Costa, pero el Real Madrid empató y remontó. Lo hizo cuando peor estaba el conjunto de Julen merced a un penalti tonto de Juanfran por mano que transformó Ramos. Los blancos tenían la final controlada, sin embargo, ya saben, "no es como empieza sino como acaba" y en el final de este 'cuento' tuvo mucho que ver el jugador que ha cambiado este año el Principado de Mónaco por el Metropolitano. El Atlético ha fichado a una nueva estrella en ciernes. Thomas Lemar ya ha enloquecido a los aficionados colchoneros porque gracias a él y a Diego Costa, el Atlético llegó a la prórroga.
El Real Madrid empezó mejor, pero el que acabó de forma sublime la contienda fue el equipo que vestía de rojiblanco. La entrada de Correa por Griezmann se unió al saber hacer de un soberano Lemar, que hizo suyo el partido con Diego Costa dando vueltas oliendo la sangre como el tiburón que sabe que si hay herida puede haber derrota rival. Vitolo, otro más que se sumó a la remontada. El Cholo fue valiente y tuvo premio.
En el minuto 79, Costa aprovechó una buena jugada de Correa y empató el marcador desatascando el partido para los rojiblancos y llevando el encuentro por tercera vez en la historia de los derbis europeos a una prórroga agónica. A partir de ahí, el Real Madrid, aún no se sabe por qué, bajó la intensidad. Ojo, si Marcelo llega a marcar en la oportunidad que tuvo en el minuto 93 hubiese dado igual, pero es algo que Lopetegui tendrá que revisar. La salida de Casemiro, tocado y fuera del campo antes del 2-2, tuvo gran parte de culpa en ese descontrol blanco.
Prórroga de Supercampeón
En los momentos en los que la moneda siempre caía del lado blanco cayó del rojiblanco. A la tercera fue la vencida dirán algunos. Otros hablarán de la última derrota del Real Madrid en una final europea que data del año 2000, precisamente en una Supercopa de Europa ante el Galatasaray. Por ‘h o por b’, el Atlético fue muy superior a los blancos en la prórroga y el triunfo fue para los guerreros del Cholo.
Golazo de Saúl, típico de un futbolista que no sabe marcar goles de otra forma, y 2-4 de Koke. Minutos 98 y 104. Dos zarpazos y título. La historia ha cambiado. Los fantasmas de Lisboa y Milán no inquietaron el oficio del Atlético y el resto del partido fue un remar y morir en la orilla para el Real Madrid.
Finalizada la Supercopa queda toda una temporada por delante. El Atlético mantiene el rumbo y al mismo le suma un título que sabe a muchas cosas y todas buenas. En el otro lado, el Real Madrid, que juega bien con el nuevo patrón del barco, pero que a día de hoy tiene una realidad: el equipo de Lopetegui no gana como el de Zidane.
Ficha técnica:
2 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro (Dani Ceballos, m. 76), Kroos (Borja Mayoral, m. 102); Isco (Lucas Vázquez, m. 83), Marco Asensio (Modric, m. 57), Bale; y Benzema.
4 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Lemar (Thomas, m. 90), Rodri (Vitolo, m. 71), Saúl, Koke; Griezmann (Correa, m. 57) y Diego Costa (Giménez, m. 108).
Goles: 0-1, m. 1: Diego Costa, de jugada individual, con un doble golpeo de cabeza y un derechazo con poco ángulo dentro del área. 1-1, m. 27: Benzema cabecea un centro desde la banda derecha de Bale. 2-1, m. 62: Sergio Ramos, de penalti. 2-2, m. 78: Diego Costa remacha un centro de Correa. 2-3, m. 98: Saúl, con una volea con la izquierda. 2-4, m. 104: Koke, a pase de Vitolo.
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Marco Asensio (m. 35), Marcelo (m. 54) y Dani Ceballos (m. 91+), por el Real Madrid, y a Correa (m. 60) y Diego Costa (m. 61), por el Atlético de Madrid.
Incidencias: partido correspondiente a la Supercopa de Europa, disputado en el estadio Lillekula de Tallin ante unos 12.500 espectadores.