Jesé Rodríguez está viviendo sus horas más bajas como futbolista profesional. Tras explotar en el Real Madrid, sufrió una fatídica lesión en un encuentro ante el Shalke en 2014 donde se rompió el ligamento cruzado. A partir de ese momento, su carrera dio un giro de 180º y todo fue paulatinamente empeorando.
Ha pasado por tres equipos en las últimas cuatro temporadas sin aportar nada destacable en ninguno de ellos. Su efímero paso por España, de la mano de Las Palmas, tampoco fue el deseado, porque Quique Setién no supo manejarlo y acabó por ser intrascendente. En el Stoke City de Inglaterra, donde el PSG decidió cederle una temporada, se ausentaba de entrenamientos y en los partidos no rendía como se esperaba. Al final, acabaron prescindiendo de él y renunciando a su ficha.
A todos los problemas deportivos, hay que sumarle los extradeportivos. Su hijo nació con problemas muy serios de salud que hacían que peligrase su vida. Un conflicto con su pareja fue minando su imagen y ahora es más noticia por sus asuntos fuera del terreno de juego que dentro. Además, su faceta como cantante tampoco ayuda a limpiarla, por lo que su reputación se encuentra seriamente dañada.
El fracasado intento de fichar por el Nantes
Pese a todo lo anterior, Jesé quiere seguir disfrutando del fútbol y removió cielo y tierra para buscar una solución. En el PSG no cuentan con él y mucho menos desde la llegada de Tuchel al banquillo del Parque de los Príncipes.
Pues bien, el 31 de agosto sus agentes y él trataron de cerrar su llegada al Nantes francés. Desde RMC, medio galo, aseguran que la operación que se barajaba era una cesión donde el nuevo equipo del canario asumiría parte de su salario. Pero comenzaron a surgir los problemas. Pese a que contaba con el visto bueno de la directiva y el cuerpo técnico, el Nantes debía vender a Diego Carlos, central brasileño, para lograr los 10 millones de euros que aseguraban su llegada (debían pagar su sueldo de 6 millones).
Todo se torció. La venta de Diego Carlos no se cerró y el temor a no poder hacer frente a los pagos, terminaron por dinamitar la operación. Además, Jesé estaría cobrando mensualmente lo que cobran sus compañeros en un año y eso no habría sido bien recibido en el vestuario.
El PSG no lo inscribe en Champions
Para más inri, el PSG no ha inscrito en competición europea a Jesé. Tiene contrato hasta 2021 y, salvo que una oferta llegue en invierno, parece que la temporada para el canterano madridista podría hacerse muy, muy larga.
Con tan sólo 25 años, parece que vive el final de su carrera y, si no quiere terminar retirándose antes de tiempo, deberá poner solución a su futuro de la manera más inmediata posible. Busca su cuarto equipo en tres temporadas.