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Bale mundial (3-1)

El galés marca tres goles en 11 minutos de juego. Courtois evitó el tanto del Kashima al primer minuto de juego. Nueva lesión de Asensio.  

El galés marca tres goles en 11 minutos de juego. Courtois evitó el tanto del Kashima al primer minuto de juego. Nueva lesión de Asensio.  
Marcelo, dos asistencias y Bale, hat trick, fueron claves en el triunfo merengue | EFE

Se sufrió pero no tanto, ni mucho menos, como hace un par de años. El Kashima plantó cara, tuvo ocasiones para adelantarse en el marcador pero un acertado Bale y los errores propios, propiciaron una victoria cómoda de un Real Madrid discreto. Casi sin bajarse del autobús, 1 a 3 y a intentar lograr el sábado el tercer Mundial de Clubes consecutivo.

La figura del partido fue Gareth Bale, autor de tres goles en apenas 11 minutos. Hasta que apareció el galés al borde del descanso para inaugurar el marcador, quien había sido decisivo era, otra vez, Courtois. Y es que hasta el segundo tanto del Real Madrid, con un doble error del Kashima que está a la altura del fallo de Karius en la última final de la Champions League, el encuentro estuvo igualado.

El Madrid empezó como era de esperar. Con una pájara que casi le cuesta el primer tanto en contra. A los dos minutos, Courtois ya había sacado una mano salvadora y un central del Kashima no empujó a gol un córner cuando estaba sin oposición en el área pequeña. Tras el susto inicial, se dio paso al aburrimiento habitual en los encuentros del Real Madrid. Un ritmo digno de una ascensión a un puerto de primera categoría. El Kashima no tardó en darse cuenta de que el Madrid no era temible, de que era el mismo que habían visto por la televisión ante Rayo Vallecano, Huesca o CSKA de Moscú. Podían tener la pelota, tocar, regatear y mirar de tú a tú al 13 veces campeón de Europa. Incluso, ya con el aviso del primer minuto, tuvieron otra ocasión clara en un mano a mano que evitó Courtois con una acertada salida. Oportunidad que llegó porque el Madrid no robaba y porque su presión era inexistente o errónea. Y en ataque, todo se basó en la creatividad de Benzema y en la explosividad de Bale.

Los dos atacantes estuvieron acertados con el papel que tenían asignados. Benzema, con sus movimientos, paredes y gestos técnicos, ocultaron un primer tiempo flojo del Real Madrid. Sólo hubo peligro por la banda izquierda donde profundizaron, al espacio, con la carrera de Gareth Bale. Así llegaron las escasas ocasiones y el primer tanto.
Marcelo, que no había dado prácticamente un pase acertado, hizo una pared perfecta con Bale para que este se metiera hasta la cocina y anotara el primer tanto. Fue la única acción en la que Bale terminó la jugada. Hasta entonces, Bale llegaba a línea de fondo pero no había nadie que rematara en el área porque quien le solía habilitar era Benzema.

La segunda parte no tuvo ningún misterio. El Kashima hizo un error propio de su categoría. Una cesión comprometida al portero que presiona Bale y el defensa, en lugar de mandar la pelota a la grada, da una asistencia al galés para marcar el segundo tanto a puerta vacía. Increíble. Para matar a los dos. Y casi sin tiempo para festejar, el tercero. Marcelo, ya en modo pachanga "me quiero divertir", recoge un balón dividido en la frontal del área para abrir a Bale y que este reviente la pelota por la escuadra. Una excelente definición. Son tres goles en 60 minutos. Hasta hoy, llevaba siete en toda la temporada.

Con el partido resuelto, Solari movió el banquillo. Entraron Isco por Lucas, que falló un mano a mano, Asensio por Bale y Casemiro por Asensio. ¿Asensio? Sí, es que el mallorquín, gafado esta temporada, duró 13 minutos hasta sufrir una lesión muscular.Importante saber el alcance de la lesión y que Casemiro ya es uno más tras cinco semanas de baja.

Con el encuentro resultado, el césped vivió un ida y vuelta en el que el Madrid, con mucho más rigor táctico, calidad en su plantilla y el marcador a favor, pudo marcar en cada ataque. Sin embargo, fue el Kashima quien recortó distancias a doce minutos del final con previa consulta del VAR.

Si quieren espectáculo, vayan al teatro, al cine o al circo. Este Real Madrid gana, y punto. Divertirse con el equipo de Solari, de momento, es imposible. No ha habido un buen partido con el argentino, pero siguen ganando. El sábado, es muy probable, levanten el primer título de la temporada.

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