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Oblak no quiere juegos: proyectos ambiciosos o adiós al Atlético de Madrid

El portero esloveno le ha dejado claro a la entidad que renovar no significa nada si el nivel de la plantilla no va mejorando año a año.

El portero esloveno le ha dejado claro a la entidad que renovar no significa nada si el nivel de la plantilla no va mejorando año a año.
Oblak quiere un Atlético potente. | Cordon Press

En principio no se esperan problemas mayores de cara a este verano tras la renovación firmada hace sólo unas semanas, pero Jan Oblak no jugará con su futuro y el Atlético de Madrid ya lo sabe. El esloveno y su agente les han dejado meridianamente claro a los directivos del club madrileño que renovar hasta el año 2023 no implica ni mucho menos un compromiso estático ya que, verano tras verano, el jugador estudiará su caso individual y el proyecto global y tomará la decisión de seguir o de marcharse.

No será fácil para el Atlético de Madrid mantener a un portero de la magnitud de Jan Oblak. Para muchos, el arquero esloveno es el mejor del mundo o, como mínimo, está en las dos primeras plazas del ranking y para evitar su salida, el Atlético deberá competir por los títulos más importantes año a año. Sin excusas. De nada servirá que la dirección deportiva le prometa oro, plata o bronce ya que Oblak es consciente de su calidad y sabe que, sin lesiones de por medio, no tendrá problemas a la hora de recibir suculentas ofertas deportivas y económicas.

En la actualidad, Oblak cobra una cifra que gira en torno a los 10 millones de euros, su contrato acaba en 2023 y su cláusula asciende a los 120 millones. Son cifras que se antojan ridículas para clubes como el PSG o el Manchester City que, fácilmente, podrían incrementar sus emolumentos o comprar su libertad.

¿Por qué no tiene una cláusula más alta? Es la gran pregunta que se hacen los seguidores del Atlético de Madrid. La respuesta está relacionada con lo dicho anteriormente. El club sabe que le podría poner una cláusula de 1.000 millones de euros y aún así no podría detener su marcha. Si Oblak se quiere ir algún día, se irá. Los 120 millones que vale su permanencia en el Wanda Metropolitano también es una manera de decirle al club que debe responder a las exigencias deportivas de uno de sus jugadores franquicia. Oblak no quiere juegos. Oblak no permitirá que el proyecto del Atlético vaya a menos. Y si el club quiere seguir contando con él ya sabe lo que tiene que hacer.

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