Con el partido empatado a cero ya entrada la segunda parte, Gareth Bale se sacó de la chistera un tremendo lanzamiento de falta desde 40 metros que sacó de manera milagrosa Alireza Beiranvand, el portero del Royal Antwerp, desde la mismísima escuadra. El rechace lo aprovechó Carlos Vinícius para marcar, a puerta vacía, el 1-0. Un gol clave para romper la resistencia del equipo belga, que con el empate pasaba como primero de grupo.
Tras el tanto de Vinícius, el Antwerp se fue arriba y Lo Celso mató el partido en el 70.
Bale, que espera oportunidad en la Premier, demuestra que sigue siendo determinante en Europa.