El Sevilla lo está pasando realmente mal esta temporada, sobre todo en la Liga, donde coquetea con los puestos de descenso y donde podría haberse metido en más problemas si no llega a ganar de penalti e in extremis al Cádiz en el Sánchez Pizjuán. La tensión se palpa en el ambiente, pero nada de eso le da permiso al director deportivo, Monchi, para hacer lo que ayer hizo en su estadio.
Todo vino por un gol anulado al Sevilla por supuesto fuera de juego de Óliver Torres. El jugador no toca el balón, pero según el colegiado interviene en la jugada. A partir de ahí, noche de ira en Sevilla. Y fue justo al descanso cuando Monchi bajó al césped con gesto amenazador.
Protestas y patada a una botella.
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El enfado de Monchi a pie de césped. #LaCasaDelFútbol https://t.co/HL0g1TJLLA pic.twitter.com/y404LZUNrv
Monchi no solo se quedó en esa actitud agresiva sino que encima le pegó una patada a una botella para seguir mostrando su enfado. Eso sí, al final del partido cuando su equipo ganó, otra vez en el césped, abrazó a sus futbolistas y más a Rakitic, autor del gol de penalti.
El abrazo.
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Rakitic y Monchi, puro sevillismo. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/HOCajjCcAj
No es la primera vez que Monchi tiene esa actitud siendo incluso más protagonista que sus propios jugadores. Las críticas en redes sociales no se han hecho esperar.