Joan Laporta se ha dirigido por carta a los presidentes de la UEFA y de la FIFA pidiéndoles que no prejuzguen ni tomen partido en contra del Barcelona hasta que la Justicia no se pronuncie sobre el caso Negreira, relativo a la presunta compra de árbitros por parte de la entidad culé entre 2001 y 2018.
Las misivas, dirigidas directamente a los presidentes de los organismos Alexander Ceferin (UEFA) y Gianni Infantino (FIFA), se habrían cursado el miércoles y tendrían como primer objetivo dar respuesta a las declaraciones de Ceferin, quien el pasado lunes —dos días antes de ser reelegido para un tercer y último mandato como presidente del organismo europeo en el Congreso celebrado en Lisboa— dijo que la situación era preocupante y que la UEFA podría tomar cartas en el asunto.
La primera medida, si considera veraces las acusaciones, sería excluir al club de las competiciones europeas al menos por una temporada. "A juzgar por mi información, la situación del Barcelona es excepcionalmente grave. Tanto, que me parece que se trata de uno de los casos más graves en el fútbol desde que me ocupo. En la UEFA nada ha prescrito", señaló el dirigente esloveno en una entrevista a la revista eslovena Ekipa SN.
Aunque el presidente de la UEFA no adelantó si la participación del club en la próxima Champions League estaba bajo cuestión, sí apuntó que el asunto estaba en manos del comité disciplinario de este organismo.
La carta de Laporta también pide a Ceferin y a Infantino que se abstengan de realizar más declaraciones públicas en relación al caso al haber un proceso judicial abierto en el que el club tiene que poder defenderse con garantías.
Laporta anunció, por otra parte, que dará explicaciones del caso una vez que concluya la investigación interna hecha por un bufete de abogados externo, en principio tras el encuentro de Liga del próximo lunes en el Camp Nou frente al Girona.