Menú

La noche en la que el Getafe nos hizo soñar

Se cumplen quince años del duelo ante el Bayern, solventado en la prórroga con dos goles de Luca Toni

Se cumplen quince años del duelo ante el Bayern, solventado en la prórroga con dos goles de Luca Toni
Luca Toni remata el gol definitivo | Efe

Nos ilusionamos como unos niños. Todos éramos una pizca de ese Getafe que en la primavera de 2008 ilusionó a toda España. Una ilusión que nos hacía partícípe del día a día del equipo azulón, superviviente aquel año en la Copa de la UEFA. La eliminatoria contra el Bayern de Munich hacía presagiar un triunfo claro germano pero los pupilos de Michael Laudrup, por aquel entonces capitán desde el banquillo del destino getafense, hicieron soñar a toda España.

La ida se disputó el 3 de abril de 2008. El Allianz Arena, lleno hasta la bandera, fue testigo de un partido bonito en el que el Getafe mereció el empate, conseguido en el tiempo de prolongación. Ganaba 1-0 el Bayern y Cosmin Contra cogió un balón en el área y con una suave picada batió a Oliver Kahn. 1-1. Las espadas en alto para la vuelta.

El 10 de abril de hace quince años, el Coliseum Alfonso Pérez se llenaba como nunca antes. Casi nadie apostaba por el equipo madrileño y eso que había arrancado un empate esperanzador en la ida. La noche no pudo empezar peor. Con seis minutos jugados Rubén de la Red derribaba a Klose cuando el delantero alemán encaraba a Abbondanzieri. Casi todo el partido con un hombre menos. Se presagiaba lo peor.

Pero no sólo aguantó el equipo local. Contra adelantó a los azulones al borde del descanso y en la segunda parte tocó sufrir. Ordenó Laudrup un repliegue masivo al notar el cansancio, el hombre menos, la presión. Todo por pasar a unas semifinales europeas, todo por hacer historia. La noche pintaba bien pero se volvió pesadilla en el último minuto. Ribery aprovechó un balón suelto en el área para hacer el empate. Prórroga.

De repente todo lo malo se volvió en contra. No sólo era encajar el empate, era ir al tiempo de prolongación y aguantar media hora más de sufrimiento con uno menos. Era que se te viniera encima el monstruo alemán, inaguantable para casi nadie. Imagina para un recién llegado. Pero no se iba a rendir el Getafe, es más, se imagino una épica abrumadora para marcar dos goles en la prórroga. Dejó el miedo atrás como si no importara salir goleado. Como si lo que importara fuera hacer un partido inolvidable, sin mirar el resultado. Casquero y Braulio dejaron muy encarrilada la faena. 3-1 nada más comenzar. Era un sueño pero era real.

Con todo perdido el Bayern fue más Bayern que nunca. Acorraló al Getafe en su área y empezó a acumular ocasiones de gol sin éxito. Hasta que sucedió lo inimaginable. Abbondanzieri salió en falso a cuatro minutos del final, se le escapó la pelota y Toni hizo el 3-2. Con todo casi terminado, el italiano dejó un cabezazo para la historia empatando el partido a tres. Fin del sueño.

No podía acabar peor una oportunidad que se volvió histórica. Una noche para el recuerdo a pesar de no pasar la eliminatoria. Quizá lo más cruel fue eso, no perder ningún partido ante el ogro Bayern de Munich. Pero el Getafe nos enseñó a todos a creer. No fue inferior casi nunca en la eliminatoria y se quedó a segundos de pasar a una semifinal histórica. Pero nos hizo soñar a todos. Toda España fue getafense aquella noche de abril. Un trabajo a medio terminar pero que dejó una huella imborrable.

A pesar de todo ese equipo se le vino abajo a Laudrup. Quizá esa noche ante el Bayern fue extenuante, la puñalada que se te clava en el corazón de manera mortal. Una semana después, en el Vicente Calderón, perdieron la final de Copa ante el Valencia. Afrontaron demasiado inexpertos tres semanas históricas. Fueron bonitas pero se tornaron demasiado crueles. Cosas del fútbol.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios