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El Nápoles pincha en su primer intento de alirón; el título tendrá que esperar

El equipo partenopeo empata en el Diego Armando Maradona y posterga su celebración

El equipo partenopeo empata en el Diego Armando Maradona y posterga su celebración
Luciano Spalletti , guía de este Nápoles | EFE

La ciudad se había engalanado por completo. Había ilusión, esperanza de la vuelta de un tiempo que pasó, hace 34 años, fecha de la última Liga del Nápoles. Por eso la ciudad estaba expectante. Lo sigue estando porque un empate en las próximas seis jornadas o un partido que no gane la Lazio hará campeón al equipo partenopeo, al Napoles de Luciano Spalletti.

Este domingo pasado una victoria ante la Salernitana en el Diego Armando Maradona, antíguo San Paolo elevaba a la gloria a los napolitanos. Celebrar el título en casa, ya se sabe, es mejor, da más opción al hincha que te ha seguido todo el año. Estás más arropado. El Cholo Simeone dijo siempre que en 1996, cuando el Atlético ganó la Liga, prefirió ganarla en casa. Le llegó a decir a sus compañeros, tras el empate en Tenerife en la penúltima jornada, que el domingo animaran a su rival por el campeonato entonces, el Valencia. Eso aseguraba que los rojiblancos no serían campeones ante la televisión, sino el sábado siguiente ante sus aficionados, en una abarrotado Vicente Calderón.

Eso es lo que se comenta ahora en Italia. Este miércoles la Lazio recibe en casa al Sassuolo y el jueves los de Spalletti visitan el estadio Friuli para jugar ante Udinese. Un empate les daría el scudetto pero ya se han alzado voces para celebrar el título en casa ante sus apasionados tiffossi, el domingo ante la Fiorentina.

Y eso es lo que esperaban los 55.000 espectadores que abarrotaban este domingo el estadio. Ansiaban que el título se consiguiera ya. Un alirón tempranero, el más rápido en los últimos 20 años, de haberse conseguido. Un gol de Matías Olivera en la segunda parte allanaba el camino. Ya estaba hecho pensarían los aficionados porque el Nápoles asediaba la portería contraria pero en un despiste defensivo, Boulaye Dia, el ex jugador del Villarreal, anotaba un golazo para el empate. La ilusión hecha añicos. No peligra el título pero se tiene que postergar unos incómodos tres días.

Tuvo tres ocasiones muy claras luego el conjunto de Spalletti pero las fuerzas flaquearon. Un paradón del Memo Ochoa, el meta de la Salernitana, a tiro de Kvaratskhelia, frustró el último intento. La ciudad se quedó vacía. Lo que iba a ser una noche de juerga en la caliente Nápoles se convirtió en un ambiente gélido. De espera tensa más que de decepción pero una espera que siempre es nerviosa en el futbol.

No es campeón aún el Napoles por la regla que introdujeron este pasado verano en el fútbol italiano. Los empates se dilucidarán en un partido de desempate, un sistema que ya estuvo vigente en Italia en los años 80 y que vuelve a estarlo ahora. El equipo de Spaletti no sería campeón todavía de ninguna de las maneras con sistemas antíguos pero sí se podría decir que lo tendría en la mano porque, aunque empatan el average particular, el equipo líder lleva 20 goles en el general más que la Lazio.

Podrá el jueves o, a muy tardar el domingo, el equipo partenopeo alzar su tercer scudetto. Ese que no consiguen desde 1989, con Maradona como Dios no sólo de la afición napolitana sino de todo el fútbol justo el año que le ganaron al Sttutgart la Copa de la UEFA, el mejor año histórico para este equipo. Un año antes del Mundial de Italia, de que todos los problemas empezaran para el astro argentino. Antes, en 1987, Diego les había guiado a su primer título liguero. Fue entonces cuando comenzó una historia de hermandad entre jugador y ciudad que hace que Maradona sea protagonista de varios murales de dimensiones gigantes, el más significativo en los Quartieri Spagnoli, en el centro histórico de Nápoles.

Por eso estos días serán recordados. Volverá a aparecer Maradona en las cabezas de los más nostálgicos. Y ahora será Spaletti el capitán, el guía. Y serán los Osimhen, Lobotka, Zielinski, Lozano, Meret, Kvaratskhelia. Y será una plantilla recordada porque ha arrasado en Italia. Quizá sin la guinda que esperaban también con la Champions pero ya habrá tiempo de intentarlo. Paso a paso.

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