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Copa del Rey

El Real Madrid tumba a un buen Osasuna y gana su vigésima Copa del Rey (2-1)

Tercer título del curso para los blancos, tras la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. El Madrid vuelve a ganar la Copa nueve años después.

Tercer título del curso para los blancos, tras la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. El Madrid vuelve a ganar la Copa nueve años después.
Los jugadores del Real Madrid y Carlo Ancelotti, con la Copa del Rey conquistada en La Cartuja. | EFE

A la hora de la verdad no hay quien pueda con el Real Madrid. Los blancos han conquistado por vigésima vez en su historia la Copa del Rey —un título que no conquistaban desde 2014 frente al Barcelona en Mestalla, también con Carlo Ancelotti en el banquillo y con aquella carrera de Gareth Bale frente a Marc Bartra— tras derrotar (2-1) a un buen Osasuna, que nunca tiró la toalla, en la final disputada en el Estadio de La Cartuja de Sevilla.

Dos goles de Rodrygo Goes y un gran partido, una vez más de su compatriota Vinícius. Los dos brasileños fueron los mejores de la noche para liderar a un equipo, el madridista, que ha vuelto a mostrar su cara más efectiva y certera. Un título que sirve a Ancelotti y los suyos para cargarse de moral de cara a la eliminatoria de Champions frente a un Manchester City que llega también como un tiro: líder de la Premier League y finalista de la FA Cup ante su vecino United.

Esta Copa es, además, el único que le faltaba a Ancelotti en su segunda etapa en el banquillo merengue, después de haberlo ganado absolutamente todo con el Madrid.

Tras la tremenda pitada al himno español de gran parte de la hinchada osasunista, el Madrid se puso enseguida por delante en el marcador, cuando no se habían cumplido ni dos minutos. Vinicius volvió a ser un puñal por la banda izquierda, pisando línea de fondo tras dos buenos regates para brindarle el gol a Rodrygo, que remató a placer dentro del área. Los blancos eran conscientes de que este gol tempranero podría permitirles navegar en una marea con más espacios en la que se siente muy cómodo.

Pero Osasuna supo reorganizarse enseguida y el paso atrás del Madrid dio alas por las bandas a los navarros, muy incisivo por la izquierda de un Camavinga con menos clarividencia defensiva, gozando de hasta tres ocasiones con remates de cabeza que atrapó Courtois sin demasiados apuros.

Vinicius, siempre hiperactivo, era el que más lo intentaba en las filas blancas, como viene siendo habitual en los últimos tiempos. El brasileño sirvió un balón raso a su compatriota Rodrygo, pero falló y el rechace lo cazó Benzema, aunque su disparo lo paró Herrera. Los de Pamplona respondieron solo dos minutos más tarde, cuando Abde aprovechó un resbalón de Militao y se plantó solo ante Courtois, pero Carvajal sacó su vaselina ante el belga casi sobre la línea de gol.

El Madrid seguía insistiendo por la izquierda con un Vinicius en su salsa: el 20 blanco mandó una rosca por encima de la portería de Herrera. Sin embargo, la ocasión más clara había sido para un Alaba que hizo temblar el larguero en un lanzamiento de falta. Mientras, Osasuna vivía de algún que otro error en la salida de los blancos, con menos acierto de lo habitual.

La primera mitad terminó con una tarjeta amarilla a Vinicius por protestar una acción, lo que hizo que la grada rojilla explotara a gritos de "tonto" hacia el brasileño. El 20 blanco tuvo sus más y sus menos con Rubén Peña y también con los aficionados rojillos.

Un Osasuna que salió con otros bríos tras el descanso y, antes de la hora de partido (57’), Lucas Torró empató el choque con un golazo: colocando la pelota junto al palo, haciendo inútil la estirada de Courtois. El empate desató la locura en la efervescente grada rojilla, que veía cómo su equipo reiniciaba el partido y sacaba los colores a un Madrid desordenado.

El gol dejó tocado al Real Madrid, pero los blancos volvieron a tirar de su letal pegada para poner el 2-1 en la recta final. Fue de nuevo Rodrygo quien se encontró un rechace casi en el área pequeña para picar lo suficiente el balón por encima de Herrera. Hubo dudas, ya que Camavinga podría haber rebasado la línea de fondo conduciendo el esférico, pero el gol subió al marcador, después de haber nacido de otra gran jugada de Vinicius.

Sin tiempo para mucho más, el Real Madrid se replegó y se centró en no sufrir fisuras que dieran vida a un Osasuna alicaído por el segundo tanto madridista. Ancelotti, que había dado entrada a Rüdiger antes del gol para colocar a Camavinga de pivote —Alaba pasó al lateral izquierdo—, también dio minutos a un Modric recuperado en tiempo récord y que que podrá llegar a tiempo para el choque del martes contra el City en el Bernabéu, de ida de semifinales de la Champions.

Arrasate metió en el campo a Ibáñez, Kike García y un Chimy Ávila que no pudo ganar la batalla a Militao y Alaba. Osasuna acabaría hincando la rodilla ante un Madrid de nuevo en modo letal, dispuesto a enseñarle los galones a un Manchester City con el que vuelve a encontrarse una temporada después. Una batalla que promete ser tremenda, como en la campaña 2002/23, esta vez con el desenlace definitivo en el Etihad Stadium el 17 de mayo.


Ficha técnica

Real Madrid, 2: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Tchouaméni (Rüdiger, m.69), Kroos (Modric, m.82), Fede Valverde; Rodrygo (Asensio, m.89), Vinícius Junior y Benzema
CA Osasuna, 1: Sergio Herrera; Rubén Peña (Rubén García, m.75), Aridane, David García, Juan Cruz; Moncayola, Torró (Kike García, m.86), Aimar Oroz, Moi Gómez (Pablo Ibáñez, m.86), Abde (Kike Barja, m.75); y Budimir (Chimy Ávila, m.69)

Goles: 1-0, m.2: Rodrygo; 1-1, m.57: Lucas Torró; 2-1, m.70: Rodrygo
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó a Moncayola (m.20), David García (m.37), Kike Barja (m.83) e Ibáñez (m.94), de Osasuna; y a Militao (m.41), Vinícius (m.45), Camavinga, m.74) y Valverde (m.90) y Courtois (m.94), del Real Madrid
Incidencias: Final de la Copa del Rey disputada en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ante algo más de 50.000 espectadores. Presidió el partido el rey Felipe VI

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