El teatro es un espectáculo que los griegos comenzaron a poner en práctica en el siglo VI a.C., con unos rituales en honor a Dionisio que acabaron traduciéndose, con el paso del tiempo, en lo que hoy podemos ver en cualquier escenario de Gran Vía. Sin duda, un ejercicio artístico que sirve de inspiración tanto dentro como fuera del mundo de las artes escénicas, y es que pareciera que Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain se hubieran enrocado en una de esas obras que ensimismaban al pueblo hace más de dos mil años.
El primer acto se dio el pasado verano. Un protagonista, el delantero francés, que parecía encerrado en esa ‘jaula de oro’ en la que la entidad parisina le tenía retenido. Cuando todo apuntaba a que había luz al final del túnel, fue el propio Kylian el que decidió adentrarse más aún en la cueva.
En este segundo acto, el del verano de 2023, el argumento parece intacto. Como si todo siguiera igual a pesar de haber una temporada entera de diferencia. El Real Madrid es el tercero en discordia en un tira y afloja entre futbolista y propietario. Ayer, 12 de junio, el runrún volvía a florecer.
Una información del diario L’Equipe aseguraba que Mbappé había comunicado al PSG que no extendería su contrato hasta el curso 24/25, lo que significaría que quiere abandonar el club a coste cero el próximo período estival. Un hecho que, según el mismo medio, no entraba en los planes del club francés. Su intención es la de venderle para poder obtener rédito económico.
Hoy, 13 de junio, Mbappé ha roto su silencio. No contra esta información, no -hay que recalcar que L’Equipe es un medio afín a los intereses de la familia y el entorno del astro galo-, sino hacia un artículo publicado por Le Parisien -diario de la cuerda del club- que ensalzaba el deseo del atacante de poner rumbo al Real Madrid este mismo verano.
"Mentiras... [...] Ya he dicho que seguiré la temporada que viene en el PSG, donde estoy muy contento", reza su tweet. Un objetivo directo: el Paris Saint-Germain y su directiva. O lo que es lo mismo: aquellos que han querido que esa información interesada se deslizara por la web de Le Parisien.
El atrezzo de este acto puede parecer el mismo que el del pasado verano, pero hay factores cambiantes. El club quiere vender, Mbappé lo sabe, y quiere jugar a ese juego. Con ese tweet deja el balón en el tejado de la directiva. Quiere quedarse y salir gratis, y ellos quieren venderlo. Algo que el pasado curso funcionaba a la inversa. Si se diese su salida, el bueno en esta obra -al menos de cara al aficionado francés- terminaría siendo el delantero.
Damas y caballeros, oficialmente ha arrancado el verano. El día 31 de julio, el contrato entre PSG y Kylian Mbappé quedaría abocado a terminar en junio de 2024. Florentino se frota las manos, esperando a que el plato se ponga a tiro. El culebrón continúa.