Jude Bellingham ha destapado el tarro de las esencias en el arranque de temporada con el Real Madrid. El inglés ha sorprendido a propios y extraños por su enorme facilidad goleadora y por una capacidad de liderazgo espectacular con solo 20 años. Su poderío físico, su capacidad de romper líneas en conducción, su tremendo talento y calidad, eran atributos que ya conocían los que decidieron apostar muy fuerte por él este verano -el Madrid pagó 103 millones de euros fijos más 30 en variables por sus servicios-.
Jude, que dejó su Inglaterra natal para jugar en el Borussia Dortmund, ya sorprendió a los ojeadores con tan solo 16 años, allá por 2019, el día de su puesta de largo en la exigente Championship -la segunda inglesa- con el Birmingham. Su debut, en el campo del Portsmouth encandiló a un ojeador de un equipo de la Premier League del que no ha trascendido su nombre.
A pesar de que su equipo perdió 3-0, el ojeador quedó completamente enamorado de las condiciones y el potencial de Bellingham: "Tiene un potencial enorme; tiene 16 años y es capaz de competir de tú a tú con el primer equipo del Portsmouth. Fichadlo y que se vaya desarrollando. O cededlo. Pero en 18 meses estará jugando para nuestro equipo".
El informe que elaboró el ojeador ha visto la luz gracias a la filtración del 'Daily Mail': "Sólo tiene 16 años, pero es increíble. Muy atlético, alto, de piernas largas y pies muy grandes. Está en pleno desarrollo físico, pero tiene el potencial para tener una presencia enorme y ser un conductor de balón elegante. Se mueve con naturalidad"
"Tiene una mentalidad fantástica, es inteligente para encontrar espacios para recibir el balón y se filtra muy bien entre líneas. Además, hizo muchas conducciones y rara vez perdió la pelota. Cuando lo hizo, esprintó para recuperarlo. No entra en pánico con la posesión del balón: usa su cuerpo y se zafa de la presión".
El Birmingham, liderado por Jude, consiguió salvar la categoría y en verano, a pesar de los intentos del ojeador de turno, fue el Borussia Dortmund el que se adelantó a todos los equipos de la Premier, pagó 30 millones de euros y se llevó a la gran perla británica.