Los colegiados han acreditado en sus declaraciones ante la Guardia Civil en el marco del caso Negreira que el ascenso a Primera División de un árbitro dependía del 'cupo regional' instaurado por el que fuera presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Victoriano Sánchez Arminio y por su vicepresidente José María Enríquez Negreira. El pasado mes de abril, Libertad Digital desveló en exclusiva que ambos impusieron el citado 'cupo regional' en el CTA al margen del reglamento.
Según el sumario del caso Negreira, al que ha tenido acceso Libertad Digital, el árbitro Alfonso Álvarez Izquierdo declaró como testigo en la causa el pasado 18 de julio en las dependencias oficiales de la Unidad de Policía Judicial de la 7ª Zona de la Guardia Civil en Barcelona.
Durante su comparecencia, los agentes le preguntaron sobre cómo se formalizó su relación profesional con el CTA o la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El colegiado contestó que la carrera de un árbitro hasta 3ª División depende del Comité territorial y que a partir de 2ªB, pasaban a depender del CTA. Para ser árbitro había que realizar un curso y superar un examen y unas pruebas físicas. Se comenzaba por fútbol base y se iba ascendiendo tras la realización de los exámenes y las valoraciones que se le vayan efectuando en un número de partidos que son visados. Desde ahí, podían ir subiendo de categoría hasta donde le alcanzase su nivel.
A continuación, Álvarez Izquierdo confirmaba la existencia del ‘cupo regional. Según su testimonio, "en el fútbol profesional se tenía que sujetar a unos cupos territoriales, ya que por estatutos, los árbitros no pueden arbitrar a equipos de su Comunidad Autónoma. Los cupos de árbitros de cada Comité regional se establecían por criterio del presidente del CTA y aunque un árbitro estuviera bien valorado, no necesariamente tiene que llegar a Primera División, depende del nivel de otros Comités territoriales".
Al ser repreguntado directamente por la Guardia Civil par que explicase qué árbitros ascendían de categoría y si por tanto existía el citado el ‘cupo regional’, éste contestaba que "los mejores calificados y con la salvedad de que entraran dentro de los cupos para dar cobertura a la representación de los árbitros de los Comités territoriales, ya que los árbitros no pueden actuar en partidos de su Comunidad Autónoma en competición oficial".
En la misma línea, se mostró ante los investigadores el también colegiado de Segunda División, Iñaki Fernández Hinojosa, al afirmar que "el criterio de ascenso era por la calificación final que hacía el CTA, pero que en muchos casos era por los cupos regionales, por un reparto de árbitros normalmente por cada Comité regional. No ascendían los mejores árbitros, ascendían los más afines a la cúpula del CTA y de la RFEF, además de los que les tocara por cupo regional".
Fuentes arbitrales consultadas por LD afirman que "estas declaraciones acreditan la corrupción sistémica del CTA. Aunque fueras muy buen árbitro y tuvieras muy buenas calificaciones, tu ascenso dependía de la red clientelar de favores entre los Comités territoriales y el Comité nacional. El cupo regional no está recogido en el reglamento. Los estatutos sólo impiden que un colegiado pite a equipos de su Comunidad Autónoma".
La existencia del ‘índice corruptor’
Tal y como publicó este diario, el árbitro asturiano de Segunda División, Víctor Areces Franco, confirmó en su declaración ante la Guardia Civil la existencia del 'índice corruptor' del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira.
El colegiado afirmó que "el presidente, Victoriano Sánchez Arminio, con el resto de la cúpula del CTA, manipulaban las listas para recolocar a los árbitros que querían que ascendieran o descendieran. Que en la actualidad está segurísimo de que se sigue aplicando".