L D (EFE) La última vez que Hewitt, de 28 años, consiguió un título individual sobre tierra fue a la edad de 18 cuando ganó el de Delray Beach, en mayo de 1999, que era además el segundo que lograba como profesional. Mientras que el que ha ganado en Houston es el segundo de su carrera sobre tierra batida y también el primero desde 2007 para llegar a los 27 como profesional , incluidos los de Grand Slam de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.
La última vez que logró un título individual fue al ganar el torneo de Las Vegas, en 2007, y se convierte en el primer tenista australiano que consigue ganar el torneo de Houston sobre tierra batida desde que lo hiciera Jason Stoltenberg, en 1994. "Ha sido muy duro ver cómo después de tener al menos varios títulos cada temporada quedarte sin ninguno, pero ahora las cosas vuelven a estar mucho mejor y estoy muy satisfecho con lo conseguido en Houston", declaraba Hewitt, que se embolsa un premio de 79.000 dólares en metálico y 250 puntos para la clasificación mundial de la ATP.
El triunfo es también el número 499 para Hewitt como profesional con 169 derrotas para colocarse tercero en la lista de los jugadores activos con más partidos ganados , sólo superado por el suizo Roger Federer (634), segundo del mundo, y el español Carlos Moyá (573), que son los únicos que están hasta ahora en el club de los 500. "No sólo voy a subir en la clasificación mundial, sino que he recuperado parte de mi confianza en el juego y cada vez estoy más fuerte físicamente", señala Hewitt, que llegó al torneo de Houston colocado en el puesto número 88 del mundo .
Hewitt viaja ahora hacia Montecarlo, donde el martes tiene previsto enfrentarse en la primera ronda al ruso Marat Safin. "Estoy muy ilusionado con la temporada en Europa, donde espero consolidar mi recuperación", destaca el 'aussie'. "Creo que he tenido una gran preparación con el torneo de Houston y puedo competir a un buen nivel en las pistas de tierra batida".
El ex número uno del mundo se mostraba dominador desde el inicio del partido con un gran resto, revés a dos manos cruzado y un golpe de derecha que superó al zurdo Odesnik para romperle el saque en el primer juego. A partir de ese momento, el primer duelo entre ambos jugadores parecía que iba a ser un paseo para Hewitt, pero Odesnik, de 23 años, que buscaba su primer título como profesional, reaccionó con un gran resto para romperle el saque al jugador australiano y ponerse con 3-2 en el marcador.
Sin embargo, Hewitt respondió con dos saques directos en el sexto juego para mantener el saque y volver a tener el control del partido al romperle por tercera vez a Odesnik el servicio y completar la primera a su favor en 40 minutos. La historia se repitió en el segundo set cuando Hewitt ganó fácil los tres primeros juegos al romperle dos veces consecutivas el saque a Odesnik y ponerse con parcial de 3-0, pero de nuevo perdió el suyo en el cuarto para el 1-3 y Odesnik mantuvo el suyo para el 3-2 en lo que fue el juego más largo del partido con 10 minutos de duración.
El esfuerzo hizo mella en la resistencia física de Hewitt, que comenzó a sentirse cansado , factor que aprovechó Odesnik para conseguir romperle por segunda vez el saque y ponerse también por primera vez con la ventaja parcial en el partido de 3-5. Sin embargo, Hewitt recuperó su mejor toque de pelota en el resto y cruzado para conseguir la rotura del servicio en el séptimo juego y conseguir el empate a 5-5 con el suyo.
El empate dejó a Odesnik tocado en su juego y moral, algo que aprovechó Hewitt para romperle el saque por cuarta vez en el set y abrir el camino definitivamente para su primer gran triunfo en mucho tiempo. Odesnik, que buscaba su primer título como profesional, se tuvo que conformar con un premio de 41.500 dólares en metálico y 150 puntos para la clasificación mundial de la ATP que le permitirá colocarse entre los 50 mejores del mundo .
El torneo de Houston también se tuvo que quedar sin un ganador estadounidense por un año más, el cuarto consecutivo, después que fue Andy Roddick, en el 2005, el último que lo consiguió. La alegría para el tenis estadounidense fue el triunfo en dobles de la pareja formada por los hermanos gemelos Bob y Mike Bryan, que se proclamaron los nuevos campeones del torneo.
La última vez que logró un título individual fue al ganar el torneo de Las Vegas, en 2007, y se convierte en el primer tenista australiano que consigue ganar el torneo de Houston sobre tierra batida desde que lo hiciera Jason Stoltenberg, en 1994. "Ha sido muy duro ver cómo después de tener al menos varios títulos cada temporada quedarte sin ninguno, pero ahora las cosas vuelven a estar mucho mejor y estoy muy satisfecho con lo conseguido en Houston", declaraba Hewitt, que se embolsa un premio de 79.000 dólares en metálico y 250 puntos para la clasificación mundial de la ATP.
El triunfo es también el número 499 para Hewitt como profesional con 169 derrotas para colocarse tercero en la lista de los jugadores activos con más partidos ganados , sólo superado por el suizo Roger Federer (634), segundo del mundo, y el español Carlos Moyá (573), que son los únicos que están hasta ahora en el club de los 500. "No sólo voy a subir en la clasificación mundial, sino que he recuperado parte de mi confianza en el juego y cada vez estoy más fuerte físicamente", señala Hewitt, que llegó al torneo de Houston colocado en el puesto número 88 del mundo .
Hewitt viaja ahora hacia Montecarlo, donde el martes tiene previsto enfrentarse en la primera ronda al ruso Marat Safin. "Estoy muy ilusionado con la temporada en Europa, donde espero consolidar mi recuperación", destaca el 'aussie'. "Creo que he tenido una gran preparación con el torneo de Houston y puedo competir a un buen nivel en las pistas de tierra batida".
El ex número uno del mundo se mostraba dominador desde el inicio del partido con un gran resto, revés a dos manos cruzado y un golpe de derecha que superó al zurdo Odesnik para romperle el saque en el primer juego. A partir de ese momento, el primer duelo entre ambos jugadores parecía que iba a ser un paseo para Hewitt, pero Odesnik, de 23 años, que buscaba su primer título como profesional, reaccionó con un gran resto para romperle el saque al jugador australiano y ponerse con 3-2 en el marcador.
Sin embargo, Hewitt respondió con dos saques directos en el sexto juego para mantener el saque y volver a tener el control del partido al romperle por tercera vez a Odesnik el servicio y completar la primera a su favor en 40 minutos. La historia se repitió en el segundo set cuando Hewitt ganó fácil los tres primeros juegos al romperle dos veces consecutivas el saque a Odesnik y ponerse con parcial de 3-0, pero de nuevo perdió el suyo en el cuarto para el 1-3 y Odesnik mantuvo el suyo para el 3-2 en lo que fue el juego más largo del partido con 10 minutos de duración.
El esfuerzo hizo mella en la resistencia física de Hewitt, que comenzó a sentirse cansado , factor que aprovechó Odesnik para conseguir romperle por segunda vez el saque y ponerse también por primera vez con la ventaja parcial en el partido de 3-5. Sin embargo, Hewitt recuperó su mejor toque de pelota en el resto y cruzado para conseguir la rotura del servicio en el séptimo juego y conseguir el empate a 5-5 con el suyo.
El empate dejó a Odesnik tocado en su juego y moral, algo que aprovechó Hewitt para romperle el saque por cuarta vez en el set y abrir el camino definitivamente para su primer gran triunfo en mucho tiempo. Odesnik, que buscaba su primer título como profesional, se tuvo que conformar con un premio de 41.500 dólares en metálico y 150 puntos para la clasificación mundial de la ATP que le permitirá colocarse entre los 50 mejores del mundo .
El torneo de Houston también se tuvo que quedar sin un ganador estadounidense por un año más, el cuarto consecutivo, después que fue Andy Roddick, en el 2005, el último que lo consiguió. La alegría para el tenis estadounidense fue el triunfo en dobles de la pareja formada por los hermanos gemelos Bob y Mike Bryan, que se proclamaron los nuevos campeones del torneo.