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Higuaín vuelve a salir al rescate del Madrid en un partido de locura

Como en los viejos tiempos. Con un doblete de Higuaín y un golazo de falta de Guti, el Real Madrid ha apelado a la épica para doblegar (3-2) a un Getafe que rozó la sorpresa en el Bernabéu. Robben se lesionó y Pepe, que sufrió un arrebato de locura, podría recibir una sanción ejemplar.

Como en los viejos tiempos. Con un doblete de Higuaín y un golazo de falta de Guti, el Real Madrid ha apelado a la épica para doblegar (3-2) a un Getafe que rozó la sorpresa en el Bernabéu. Robben se lesionó y Pepe, que sufrió un arrebato de locura, podría recibir una sanción ejemplar.

(Libertad Digital) El Real Madrid vio de cerca el abismo. Se asomó al precipicio empujado por un Getafe que hizo honor a su histórica fama de 'matagigantes' y que un año más ofreció su mejor versión en el Bernabéu, donde sacó a relucir las enormes carencias del conjunto de Juande Ramos. Un duelo de altas revoluciones. Fútbol en pura esencia que sobrepasó a los protagonistas, con gestos inexplicables como las agresiones de Pepe y Javi García o el penalti 'a lo Panenka' lanzado por Casquero, a las manos de Iker Casillas, a segundos del final antecediendo otro gol para la historia de Higuaín.

Lassana Diarra se ha vuelto pieza fundamental en este Real Madrid escaso de recursos futbolísticos. Pocas veces un futbolista fichado en el mercado invernal ha alcanzado tan altas cotas de protagonismo. El francés tapa y construye con velocidad. Sin él, los blancos caminan sin rumbo, perdidos en un esquema erróneo. Pensó el técnico manchego en repartir esfuerzos pese a las bajas de 'Lass' y Sneijder. Concedió descanso a un futbolista de cristal como Robben. Dejó sin juego en las bandas a su equipo y cuando todos se disponían a disfrutar sin el egoísmo del holandés, desapareció el balón entre la incapacidad de Fernando Gago y la falta de inspiración de Guti.

La disputa de varios encuentros en una semana sienta mal a una plantilla corta de calidad como la del Madrid. Víctor Muñoz, que guarda entre sus grandes recuerdos la conquista de la Copa del Rey con el Zaragoza ante el conjunto blanco, lo tuvo fácil. Bastaba con tapar a los medio centros para que su rival se retratase en balones largos a Higuaín, Raúl y Huntelaar. A esto le sumó el Getafe su habitual descaro en un estadio grande. Puede presumir de haber frenado al imparable Barcelona en el Camp Nou o de haber ganado en 'territorio caliente' como el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla. Impuso su toque para demostrar al Real Madrid desde el primer minuto que le esperaba una buena dosis de sufrimiento.

Dos jugadores criados en la cantera del Real Madrid, Roberto Soldado y Esteban Granero, instalaron el pánico en el que debería ser su estadio si corriesen tiempos mejores para la fábrica blanca. Primero perdonó Soldado, rematando alto un centro de Manu a los tres minutos. Nada pudo hacer, seis minutos después, la estirada de Casillas ante la especialidad de Soldado, un cabezazo a centro de Granero que castigó la indolencia local en un momento decisivo en la lucha por el título. La impotencia definía el juego del Madrid. El enfado aumentaba en la grada ante la falta de criterio de un equipo que se desinflaba sin Lass. Un centro en un gesto de calidad de Van der Vaart, con el exterior del pie izquierdo, que remató Huntelaar chocando con Stojkovic, fue la única noticia en ataque.

Sin movimientos ni desmarques, el Madrid estuvo en manos de un Getafe que desaprovechó su momento. Soldado chutó al lateral de la red (m.22) y la movilidad de Manu del Moral no encontró premio. El único aplauso de la grada retrató a los que estaban dentro del campo. Fue para Robben cuando saltó a calentar. Pero el fútbol no entiende de justicia. En la última jugada del descuento de la primera mitad, cuando el aficionado se preparaba para su silbido de mayor fuerza, un cabezazo de Gago provocó la duda en el repliegue de la zaga visitante y el más listo de la clase, Higuaín, recogió el balón muerto y escorado para marcar a puerta vacía.

Ante la falta de fútbol, tocaba a rebato y Juande , que veía todo perdido, apostó por la velocidad. La entrada de Robben encendió a una grada que veía la resurrección de su equipo con una doble ocasión de Sergio Ramos y Huntelaar. Los nervios se apoderaban del Getafe ante el despertar blanco, pero los azulones tenían calidad para sorprender al contraataque a un equipo volcado. Un mal control de Albín, tras pase de Soldado, avisaba de lo que estaba por llegar. La pasión se apoderó del partido y hasta el técnico madridista realizó acciones que sólo él comprendió. Dio entrada a dos habituales descartes como Javi García y Drenthe por Cannavaro y Robben, respectivamente. Gago jugaba de central y la enésima lesión muscular de Arjen Robben en una semana en la que se decide el título de Liga.

No llevaba un minuto en el campo cuando, pasado de revoluciones, Drenthe veía una amarilla. Entre errores aparecía la figura de Guti. Primero con un pase entre líneas a Huntelaar, que perdonaba en el mano a mano con Stojkovic. Igual de desacertado estuvo Soldado. Con todo a su favor, remató alto un centro desde el costado derecho. El balón iba de un área a otra sin pasar por el centro del campo. La emoción se apoderaba de todos según el Real Madrid iba encerrando al Getafe y perdonando ocasiones. Huntelaar e Higuaín no acertaban en dos oportunidades claras. Además, la defensa azulona sacaba bajo palos un remate de Ramos tras un córner.

El público daba aliento a un Real Madrid volcado, lleno de huecos en defensa, y el silencio se apoderó del coliseo blanco durante unos segundos, cuando una asistencia de Gavilán a Albín, el verdugo de la primera vuelta, lo envió a la red el uruguayo. La Liga estaba perdida. Restaban siete minutos para el final y sólo la épica podía salvar al Madrid. Guti metió de nuevo a su equipo en el partido con un gran disparo de falta que se coló por la escuadra. Superado por los acontecimientos, en otra contra del Getafe, Pepe perdió los papeles. El internacional portugués cometió un claro penalti sobre Casquero, a quien además agredió cuando estaba tendido en el suelo.

Dos minutos para el final y en las botas de Casquero estaba el punto y final del campeonato, además de la salvación de su equipo. La parada de Casillas fue el último impulso para un Real Madrid al que, de nuevo, salvó la varita mágica de Higuaín. Sobre la hora, el 'Pipita' soltó un latigazo de rabia directo a la red. Remontada épica de un Real Madrid que se mantiene con vida en la lucha por el título, pasa la presión al líder, el Barcelona, a falta de seis 'finales'. También lo serán para el Getafe, que complica su existencia en Primera División con un castigo excesivo.


Ficha técnica del partido

Real Madrid, 3: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro (Javi García, m.59), Marcelo; Gago, Guti, Higuaín, Van der Vaart (Robben, m.46) (Drenthe, m.63); Raúl y Huntelaar
Getafe, 2: Stojkovic; Cortés, Cata Díaz, Mario (Belenguer, m.46), Rafa; Polanski, Granero, Casquero, Gavilán; Manu del Moral (Albín, m.57) y Soldado (Uche, m.78)

Goles: 0-1, m.9: Soldado; 1-1, m.45+1: Higuaín; 1-2, m.83: Albín; 2-2, m.86: Guti; 3-2, m.92: Higuaín
Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio vasco). Expulsó por roja directa a Pepe (m.87), que previamente había visto una amarilla (m.56). También mostró cartulina a Gago (m.28), Van der Vaart (m.42), Drenthe (m.64), Higuaín (m.82) y Marcelo (m.91), del Real Madrid; y a Granero (m.46), Rafa (m.69), Stojkovic (m.82) y Cata Díaz (m.91), del Getafe
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de unos 60.000 espectadores
 

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