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Justin Rose, primer líder del Masters de Augusta con cinco golpes menos que Olazábal, el mejor español

Augusta enseñó sus defensas nada más comenzar el Masters, el primer torneo de Grand Slam del año, que frenó ímpetus, ilusiones y despegues de un gran número de jugadores, incluidos entre ellos los cuatro españoles en liza, Olazábal, Jiménez, Seve Ballesteros y García. Precisamente, el primero de ellos ha sido el mejor de este cuarteto nacional, pues ha presentado una tarjeta con cinco impactos más que el líder. Tiger Woods, el favorito, acabó con la cabeza alta (73) pero con problemas en su juego. Su sombra no ha desaparecido, no así la del defensor del título, el zurdo Phil Mickelson, quien concluyó con 76 golpes y con la misión de remontar puestos.

Augusta enseñó sus defensas nada más comenzar el Masters, el primer torneo de Grand Slam del año, que frenó ímpetus, ilusiones y despegues de un gran número de jugadores, incluidos entre ellos los cuatro españoles en liza, Olazábal, Jiménez, Seve Ballesteros y García. Precisamente, el primero de ellos ha sido el mejor de este cuarteto nacional, pues ha presentado una tarjeta con cinco impactos más que el líder. Tiger Woods, el favorito, acabó con la cabeza alta (73) pero con problemas en su juego. Su sombra no ha desaparecido, no así la del defensor del título, el zurdo Phil Mickelson, quien concluyó con 76 golpes y con la misión de remontar puestos.
L D (EFE) Entre tanta angustia, el inglés Justin Rose, de 26 años, usó su 'putt' como una varita mágica para, después de 20 toques en 18 hoyos, liderar el torneo con una tarjeta de 69 golpes (3 abajo) y la única libre de 'bogeys', aunque fuera al final la misma cifra que marcó el estadounidense Brett Wetterich para compartir ambos la cabeza del primer gran torneo del año.

Rose no aparecía por un 'Grande' desde 2004 y, superados sus problemas físicos en la espalda, ha regresado con éxito a Augusta en un día especialmente incómodo por el viento matinal, el sol, la dureza de los 'greens' y la longitud del campo. Su compatriota David Howell y el estadounidense David Toms comparten la tercera plaza, a un golpe del dúo de cabeza. En cuanto a los españoles, García, el más joven de ellos con 27 años, terminó con 76 golpes (4 arriba). Sobre el papel un mal comienzo, pero visto los resultados que comienzan a computarse se trata, simplemente, de una tarjeta para la zona templada de la tabla.

El sol ha hecho las delicias del visitante, pues exhibe todo el esplendor del campo. Pero por dentro de las cuerdas, el ambiente seco ha puesto los "greens" muy duros, como los rectores del Augusta National precisan para que el recorrido sea la antítesis de la precisión. La dureza de los tapetes, la tremenda longitud de muchos de los hoyos y algunas banderas puestas con mala intención han hecho estragos en el comienzo. García, con un doble "bogey" en el hoyo 7, fue sufriendo desde entonces. Terminó con un último "bogey" y se instaló lejos del líder provisional, el inglés Rose.

Olazábal, con 74 golpes, se esmeró para rematar una buena faena inicial pese a las dificultades. El bicampeón del Masters (1994 y 1999) dio una nueva muestra de su conocimiento del campo, su especial motivación y concentración, por lo que se coloca como mejor referencia del golf nacional, en el puesto vigésimo primero. Jiménez (+5) y Ballesteros (+13) mantienen su lucha particular contra el campo, algo que salpica a otros grandes jugadores como el surafricano Ernie Els (78 golpes) o Ángel Cabrera (77).

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