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La lluvia engrandece a Tiger y empequeñece a los españoles en Augusta

La lluvia ha sido intensa durante la noche en Augusta, sede del Masters de golf, y sus consecuencias sobre un campo ahora blando y que impide el rodar natural de la bola ayudarán más aún al estadounidense Tiger Woods a materializar el récord de obtener una tercera Chaqueta Verde de forma consecutiva.

L D (EFE) Pese a la incesante lluvia nocturna, que marcará al menos el desarrollo de las dos primeras jornadas, el volumen de agua no ha arrastrado en su caída a las cuestiones calientes que envuelven el torneo: sexismo y conflicto bélico. Ambos asuntos, incluso, compiten con el liderazgo y la atracción que ejerce Tiger Woods, el mejor golfista del planeta dispuesto a consumar otra gesta. En Augusta parece que todo el mundo se ha acostumbrado a vivir con las reivindicaciones feministas y las informaciones que llegan desde el frente en Bagdag, cuyas imágenes televisivas acaparan la atención en los restaurantes y bares de la casa club.

Martha Burk, presidenta de Consejo de Asociaciones de Mujeres de los Estados Unidos (NCWO), en su cruzada contra el club Augusta National para que admita a mujeres como socias, convocó una conferencia de prensa en Atlanta casi a la vez que Hootie Johnson, director de este club, lo hacía ante los informadores que cubren el torneo. Sus posturas siguen siendo antagónicas. Mientras el NCWO mantiene su convocatoria de manifestación a las puertas del club el próximo sábado y Johnson, en su defensa, apela a la privacidad del Augusta National y sus normas de régimen interno, lo cierto es que por este motivo muchos detalles han cambiado en el Masters 2003.

A estos cambios, que afectan sobre todo a los patrocinadores y su espantada general, se ha sumado una lluvia que no ayudará en nada al juego de los españoles y sus posibilidades de repetir los tres top-ten alcanzados el año pasado por Olazábal (cuarto), Sergio García (octavo) y Jiménez (noveno). La gran cantidad de agua ha provocado que las calles del campo estén casi embarradas, y por tanto la bola queda casi frenada al tomar tierra. Esto ayudará a los jugadores que más fuerte le pegan a la bola desde las barras de salida, aspecto en el que no destacan especialmente Seve Ballesteros, Miguel Ángel Jiménez, el debutante Alejandro Larrazábal ni el vasco José María Olazábal.

Un ejemplo de esto se ha visto en la ronda de prácticas. Tiger, en su segundo golpe desde la calle del hoyo 5, usó un hierro 6 para buscar el green . Más tarde, Olazábal en ese mismo hoyo dejó la bola mucho más atrás que el californiano y tuvo que usar dos palos más, es decir un hierro 4 con el que es más difícil conseguir que la bola aterrice en condiciones en un green como los de Augusta, angostos y ondulados. Tiger, número uno del mundo y que ganó el Masters los dos últimos años, se verá favorecido, pues, por la lentitud del campo durante, al menos, los dos primeros días de competición. Los grandes pegadores se verán protegidos desde las barras de salida, grupo en el que figuran Tiger, Mickelson, Love III, el argentino Ángel Cabrera, Vijay Singh y Sergio García, si no fuera por que el español anda sumido en un cambio técnico en el back-swing (movimiento de subida del palo) que le ha restado solidez a su juego.

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