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La manada, de nuevo contra el Tigre en busca de la Chaqueta Verde en Augusta

El estadounidense Tiger Woods, a sus 28 años, mantiene intacto su estatus de mejor golfista del mundo y es de nuevo el favorito para la LXVIII edición del Masters de Augusta, que comienza el jueves, aunque el californiano acude con algunos síntomas de debilidad.

L D (EFE) Sólo los últimos resultados del Tigre, tres veces campeón en Augusta (1998, 2001 y 2002), sirven como argumento para esa supuesta fragilidad: es quinto en la lista de ganancias del circuito estadounidense -lo que no ocurre desde 1998-, sólo ha ganado este año un torneo (Accenture) y en la modalidad de match-play (por hoyos) y en sus dos últimas actuaciones quedó lejos del top-ten (diez primeros) e incluso tuvo que salvar un corte.

¿Son estos argumentos suficientes para descabalgar a Tiger de la posibilidad de volver a ganar un Grande? Resulta evidente la respuesta negativa, pero con ello sus rivales, que son muchos, han visto un hueco abierto para tener confianza en sus posibilidades. De la bolsa de Tiger salen los golpes más portentosos del mundo. También posee el más grande poder mental que existe en el planeta del golf. Pero a Tiger Woods se le han crecido este año sus adversarios. Su compatriota zurdo Phil Mickelson acude otra vez a por todas, crecido como líder en ganancias y dispuesto a ganar su primer grande.

El fiyiano Vijay Singh, el surafricano Ernie Els o el estadounidense David Toms, e incluso sus compatriotas John Daly y Davis Love III, acuden con menos complejos que nunca ante la intimidación innata que ejerce Tiger. El irlandés Padraig Harrington, el mejor europeo en el Masters, el australiano Adam Scott o su compatriota Stuart Appleby buscan, igualmente, un pedazo de gloria ante la magnanimidad que ha demostrado el mejor del mundo.

Tiger ya falló el año pasado. Pudo marcar el récord de tres Chaquetas Verdes consecutivas, pero falló. Finalmente, tras 54 hoyos en dos jornadas por el aplazamiento inicial por lluvia, y en el desempate, el canadiense Mike Weir se convertía en el primer zurdo en ganar en Augusta. Pero el Masters se presenta este año bajo el pronóstico de tiempo seco y soleado. La humedad, que dejó más accesibles unos greenes endiabladamente únicos, parece que este año estará ausente, dejará más aparcados a los "pegadores" y será selectivo para aquellos que abusen del approach y el putt.

Ballesteros, ausente por primera vez

Mientras, un nutrido grupo de golfistas acosan a Tiger, para los dos únicos españoles la semana se puede tornar en "Semana de Pasión". La ausencia de Severiano Ballesteros, por primera vez desde que fuera invitado en 1978, deja huérfanos a José María Olazábal y Sergio García, los únicos representantes del golf español, que no atraviesan por sus mejores momentos pero que tampoco son descartables. Los dolores en la espalda han provocado que el cántabro Ballesteros renuncie al torneo que le vio enfundarse la chaqueta verde en 1980 y 1983. "Es una decisión triste porque es la primera vez, pero es lo más conveniente", apunta. Seve estuvo, incluso, en Augusta para practicar en el campo, pero tampoco sus dolencias le permitieron jugar. En Augusta, tampoco ha superado el corte en los últimos siete años.

Con la baja de Ballesteros, la representación española en Augusta se circunscribe pues a García y Olazábal, este último campeón del Masters en 1994 y 1999. De Olazábal, quien atraviesa una crisis casi saliente, es sabido que en Augusta se crece. Más bien se agiganta, saca la casta y se abraza al campo para extraer de él sus mejores encantos. Augusta y Olazábal se quieren, y de esa historia de amor siempre pueden surgir apuntes para la Historia. El caso de García, de 24 años, es distinto. El castellonense coquetea constantemente con ganar un torneo de Grand Slam, y los expertos apuntan que en cualquier momento lo conseguirá. Este año, acabada la remodelación de su swing , podría dar una sorpresa, pero necesita algo que no ha tenido hasta el momento: regularidad en cuatro jornadas de golf consecutivas. La presencia de dos españoles contrasta con la cifra récord del año pasado (cinco). Entonces también participaron Miguel Ángel Jiménez, Alejandro Larrazábal y Seve Ballesteros.

No obstante, las primeras imágenes para la posteridad serán para el mítico estadounidense Arnold Palmer, que a los 74 años jugará su quincuagésima edición consecutiva del Masters de Augusta.

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