La tensión que se vive en el Racing de Santander está cruzando límites intolerables. Algunos ultras del equipo han querido mostrar su malestar con el club persiguiendo a Hameur Boauzza.
Tras la derrota del equipo cántabro frente al Sabadell, el futbolista franco-argelino cogió su vehículo en las instalaciones deportivas del club y se dirigió a su casa. Por el camino, notó que los seguían. Una vez en su domicilio, unos encapuchados lo acorralaron y le profirieron insultos racistas. El futbolista les plantó cara pero finalmente tuvo que huir junto a su mujer para no llegar a problemas mayores.
Pero no ha sido el único miembro del Racing que está sufriendo este tipo de acoso. Algunos ultras insultaron y escupieron al presidente, Ángel Lavín, a la salida del estadio. Las esposas de los jugadores tampoco se han librado.