El Sevilla, que acumula ya seis jornadas sin ganar, perdió en esta ocasión una gran oportunidad para hacerlo al no pasar del empate a cero ante un Valencia que fue mejor en la primera mitad y que jugó gran parte de la segunda con diez por la expulsión del portugués Diego Costa.
Los locales llegaron a desperdiciar un penalti que lanzó el croata Iván Rakitic y siempre se mostraron muy desorientados ante un rival que en la segunda parte se conformó con el punto.
Los de Pizzi quisieron aprovecharse desde el inicio de la inestabilidad de la formación andaluza en su sistema defensivo y encontraron huecos para ponerse de gol ante el meta portugués Beto, como en una contra del delantero chileno Eduardo Vargas, al que le salió el remate demasiado cruzado.
El Sevilla no estuvo fino a la hora de llevar el peso del encuentro y perdió la partida en el centro del campo, con lo que tuvo que conformarse con recuperar algún balón para intentar sorprender a la defensa visitante.
A los cinco minutos de la reanudación llegó un contratiempo grande para los valencianistas, cuando el central portugués Ricardo Costa vio la segunda tarjeta amarilla por darle al balón con la mano, en una jugada, además, que los sevillistas protestaron mucho al considerar que la infracción había sido dentro del área.
Se le pusieron bien las cosas al Sevilla cuando poco después, a la hora de partido, el colegiado catalán Alfonso Álvarez Izquierdo señaló penalti por derribo de Javi Fuego a Cheryshev, aunque Rakitic, en el lanzamiento, se encontró con la parada del meta brasileño Diego Alves.
Los locales, ante la inferioridad numérica del adversario, sí tomaron el mando del choque pero siempre con acciones espesas que no llevaron demasiado peligro y que motivaron que no se pasara el empate a cero.