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Emoción y goles en el Calderón

El choque entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid tuvo tensión y una intensidad que no dejó indiferente a nadie.

Bajo un intenso aguacero, el derbi se desarrolló con muchos momentos de tensión entre ambos equipos. | EFE

Un derbi que se precie tiene que ser como el que se vio ayer. No hay excusas para que la cita tradicional entre los dos equipos grandes de la comunidad de Madrid decepcione. Y esta vez tampoco. Hubo goles, emoción, tensión, enfados entre los dos equipos, entradas de alto voltaje, imprecisiones. No hubo un fútbol muy vistoso pero solo por la intensidad mereció la pena.

Y eso que el derbi empezaba como han comenzado muchísimos en los últimos quince años. A los dos minutos ya ganaba el Real Madrid, gol de Benzema. Pero cuando todos creían que iba a ser igual que la mayoría de ocasiones que los blancos se han pasado por el Manzanares, emergió la furia atlética. Emergió el campo, todo el estadio rugió en una dirección. Un posible penalti a Costa y todo el recinto revolucionado. Penalti que debió pitar Delgado Ferreiro, que estuvo lamentable ayer.

Alguna tarjeta que se le escapó, alguna ley de la ventaja que no supo conceder, algunos errores de reglamento imperdonables. En definitiva una infamia de arbitraje que tuvo tres puntos culminantes. El citado penalti a Diego Costa, uno más que probable por mano de Gabi dentro del área y una amarilla a Costa por tirarse cuando parecía falta de Arbeloa. Mono Burgos perdió tanto los papeles en un momento que pareció que el segundo del Cholo iba a pegar al colegiado.

Énfasis rojiblanco

El Atlético mereció el empate y le puso mucho énfasis a hacerlo. Lo consiguió Koke y el Madrid se echó tanto atrás que los locales se adelantaron incluso en el marcador con un gol de Gabi, que Diego López pareció poder atajar. Era el escenario ideal para los rojiblancos. Descanso y marcador a favor. Y no sólo eso, la sensación de despojarse de repente de la maldición en casa. Este Atlético es capaz de remontarle un partido a su eterno rival, en lugar de hundirse.

La segunda parte fue otra cosa. Más trabada, pero con ataques atléticos que pudieron cerrar el partido y contestaciones blancas con peligro. El Madrid empató al final y el Atlético pareció conformarse entonces con el empate, que no es malo para ellos. Pero la sensación de muchos ayer fue que a los locales se les escapó vivo su rival.

Los entrenadores en rueda de prensa siguieron su juego. Dijo Ancelotti que el juego del rival fue "algo violento". Simeone dijo que no quería hablar de los árbitros. Era una guerra sin cuartel. Filipe comentó que merecieron más, Juanfran en esRadio que fueron mejores. Carvajal en Tiempo Extra, en nuestra emisora, que "el resultado no puede catalogarse como injusto" y que los dos "habían puesto todo en el campo". Opiniones para todos los gustos.

Malos síntomas del Barcelona

El resultado parece justo si valoras ocasiones. El empate no le amarga mucho a nadie. Es verdad que el Barcelona se acerca porque los culés ganaron al Almería en un partido algo espeso en el que el marcador no refleja lo que pasó en el campo. No está bien el Barça pero aprovechó esta jornada. Se queda a un punto del Madrid y le saca dos al Atlético.

Ayer Martino dejó otra vez a Iniesta en el banquillo, puso a Neymar, Messi y Cesc juntos. Sólo jugó media hora bien el equipo azulgrana, que está raro, como si la cosa no fuera con ellos. Y en tres semanas visita el Bernabéu.

Otras cosas de la jornada. La confirmación de que el Athletic estará en Champions si nada raro pasa, que el Rayo sigue con vida, que se le va poco a poco al Betis y que el Sevilla vuelve a Europa en un gran partido ante la Real Sociedad.

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