Los problemas en la rodilla amenazaban con poner freno a una carrera que había despuntado muy pronto. La progresión de Raphael Varane se quedó detenida cuando ya se había hecho un hueco en las alineaciones de Jose Mourinho en el Real Madrid y apuntaba a ser un jugador importante para Carlo Ancelotti. El conjunto blanco decidió atender con precaución una lesión en la rodilla que amenazaba con el quirófano.
Fueron meses de dudas en los que la articulación no acababa de responder. Varane era incapaz de acumular dos partidos en una semana sin que su rodilla se hinchase. Poco a poco el francés empezó a sentirse mejor y la confirmación de que las cosas comenzaban a funcionar estuvo en el excelente papel que desempeñó en el pasado Mundial de Brasil.
Esta temporada comenzó con el rol claro de suplente por detrás de Pepe y Ramos pero los problemas físicos de ambos le abrieron de nuevo las puertas de la titularidad. Su rendimiento no ha podido ser más óptimo y Ancelotti está encantado con la recuperación de uno de los defensas con más proyección del mundo. Este miércoles cuajó uno de los mejores partidos de la temporada con dos goles ante el Cornellá en la Copa del Rey. El mejor Varane vuelve a llamar a las puertas de la titularidad.