Jordi Figueras y Jorge Molina, jugadores del Betis, y Antonio Amaya, futbolista del Rayo Vallecano pero en el Betis la pasada temporada, han acudido al Palacio de Justicia de Pamplona para declarar sobre presuntos amaños de partidos la pasada campaña.
Junto a estos tres futbolistas también ha comparecido en el Palacio de Justicia Iván Amaya, hermano de Antonio, todos ellos acompañados por abogados, aunque no han querido ni hacer declaraciones ni aclarar si acudían en calidad de imputados o de testigos.
Esta trama, junto con el supuesto desvío irregular de dinero de la cuentas de Osasuna, la investiga el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona tras la denuncia puesta por el club navarro y la querella de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
El exgerente de Osasuna hasta octubre del pasado año, Ángel Vizcay, implicó en su confesión ante la LFP en enero a Jordi Figueras y Antonio Amaya en un supuesto amaño de los dos últimos partidos del Betis de la pasada temporada, en la Liga BBVA.
Vizcay, según su propia confesión, se reunió en Valencia con Figueras y Amaya para pactar una prima de 650.000 euros al Betis por ganar al Valladolid en la penúltima jornada de la pasada temporada, y por dejarse perder contra Osasuna en El Sadar en la última jornada.
El exgerente de Osasuna, imputado por el juez Fermín Otamendi junto a otras once personas en esta doble trama, incluso confesó ante la LFP que Figueras le estuvo llamando hasta el pasado mes de noviembre para reclamarle dinero.