Goles fantasma, goles bien (o mal) anulados por fueras de juego dudosos... muchas polémicas se han suscitado en las distintas competiciones esta temporada, así como en el amistoso que las selecciones de Francia y España disputaron hace un mes en París —por citar algunos ejemplos—, y todas ellas las ha resuelto el videoarbitraje (VAR, por sus siglas en inglés).
Un novedoso sistema que saltó a la fama en el Mundial de Clubes que el Real Madrid conquistó el pasado mes de diciembre en Japón. Incluso el propio equipo de Zinedine Zidane se vio afectado por alguna polémica arbitral que acabó resolviendo el VAR. Ocurrió en su partido de semifinales frente al América de México, cuando un gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 93 fue anulado en primera instancia por el colegiado paraguayo Enrique Cáceres, aunque acabaría siendo validado gracias al videoarbitraje.
Ciertos futbolistas como Luka Modric o Lucas Vázquez dudaron del VAR, aunque luego el mundo del fútbol en general se acabaría rindiendo a la evidencia: la tecnología es necesaria también en el fútbol, y más aún a estas alturas del siglo XXI, debido a todos los intereses (tanto económicos como deportivos) en juego.
Un videoarbitraje que volvería a salir a escena en el último partido de la selección española, jugado el pasado 28 de marzo en Saint-Denis. El equipo de Julen Lopetegui ganó a Francia por 0-2 pero, de no haber existido el VAR en ese partido, el resultado podría haber sido bien distinto: con la ayuda de este sistema, el colegiado alemán Felix Zwayer anuló un gol por fuera de juego a Griezmann y acabó concediendo otro a Gerard Deulofeu, pese a que en primera instancia había sido anulado por el asistente.
Otra polémica surgió el pasado 29 de enero durante la disputa del Betis-Barcelona (1-1), correspondiente a la vigésima jornada de LaLiga Santander. Ese día se produjo un gol fantasma a favor del cuadro azulgrana que no subió al marcador. Corría el minuto 79 cuando, con 1-0 a favor de los verdiblancos, un centro de Aleix Vidal acabó en un remate al alimón entre Jordi Alba y en propia puerta de Piccini que claramente superó la línea de gol. El central argelino Mandi se estiró con todo y logró despejar la pelota, pero cuando lo hizo ésta ya había superado la raya por medio metro. El colegiado canario Hernández Hernández —el mismo árbitro que el del Clásico del pasado domingo en el Santiago Bernabéu— no concedió el tanto a pesar de las airadas protestas de los jugadores visitantes.
Asimismo, el pasado fin de semana en la trigésima tercera jornada de Liga, el Villarreal ganó por 2-1 al Leganés gracias a un gol de Cedric Bakambu con la mano en el minuto 90.
Nuevos errores —los enésimos— que han puesto de manifiesto la necesidad de implantar la tecnología en el fútbol.
Ante este panorama, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), con su presidente Javier Tebas a la cabeza, se ha mostrado partidaria de implantar el VAR en la principal competición española a partir de la temporada 2017/18. Al parecer, incluso la LFP podría tener firmado ya un acuerdo con la FIFA para la llegada del videoarbitraje, pero falta tiempo porque se necesita el visto bueno de la Federación Española de Fútbol (RFEF).
La RFEF está ahora mismo regida por una Comisión Gestora, con Ángel María Villar como su presidente, ante la celebración de las elecciones el próximo 22 de mayo. En cualquier caso, el dirigente vasco no se muestra proclive a la implantación del VAR, al menos a corto plazo.
Según dijo la semana en un acto celebrado la semana pasada en Guadalajara, el videoarbitraje"no se puede implantar en el fútbol de la noche a la mañana" al tratarse de "una tecnología que todavía está en pruebas". "Hay que organizarse y preparar a más árbitros para incorporar esta tecnología", añadió.
Es decir, no habrá VAR en la Liga española la próxima temporada. El sistema llegará, sí, pero se hará de rogar, y todo gracias a que Villar y sus secuaces siguen empeñados en poner palos en las ruedas, en este caso en lo que a la llegada de la tecnología al fútbol español se refiere.