En otras pretemporadas se alababa continuamente la impenetrable fortaleza defensiva del Atlético de Madrid y se criticaba su poca capacidad para desatar su pegada goleadora. A día de hoy y quitando los errores cometidos en la segunda parte en territorio inglés, Simeone puede estar tremendamente contento con lo visto hasta ahora en el balance general y sobre todo de cara a la portería rival: seis goles en cuatro partidos en los que han sumado dos victorias y dos empates.
En Brighton, el Atlético pasó de dominar y poder golear a ponerse en ventaja por dos veces para la posterior recuperación en el marcador de los locales merced a cierta candidez irreconocible de los rojiblancos en campo propio. La pegada ocultó la falta de intensidad que los madrileños acusaron en el segundo acto aunque bien es cierto que el rival está a sólo una semana de iniciar el campeonato y siendo un recién ascendido contaba con una motivación que el Atlético no tenía. Aún así, Simeone no dejará pasar las pequeñas siestas en suelo inglés.
Más allá de los errores inocentes cometidos en el cuarto partido del verano para los hombres del Cholo, el nivel del Atlético está siendo el correcto. Lejos queda ese intento de cambiar el estilo que tantos problemas creó en el inicio de la temporada pasada. Los colchoneros han vuelto a su esencia más reconocible y los experimentos no tienen visos de volver a repetirse este curso.
Dominio sin pleno de aciertos
Se encontró el Atlético de Madrid con un Brighton que tiene muy claro que su objetivo este año en la Premier, después de estar en el pozo 34 años, es ser un equipo rocoso que pretende sobrevivir siendo sólido en defensa y rápido en las contras. Con esa mentalidad aunque con muchos menos recursos tienen cierto ADN cholista. A este hecho hay que sumar que los ingleses jugarán su primer partido del curso ante el Manchester City y el Atlético les ofreció la oportunidad de ensayar su sistema defensivo ante un grande de Europa.
Pese al claro interés local en que el partido tuviese poco fútbol y aún menos oportunidades rojiblancas, Simeone y los suyos tuvieron muchas ocasiones en la primera parte desde el control absoluto del esférico. No tiene por costumbre el equipo del Cholo monopolizar la pelota, pero el Brighton planteó ese tipo de partido al que el Atlético se aclimató bien. Las bandas funcionaron y los rojiblancos tuvieron la profundidad necesaria para romper la muralla británica en infinidad de llegadas.
Carrasco fue el mejor jugador del Atlético de Madrid en los primeros 45 minutos generando ocasiones desde la banda izquierda, recibiendo lejos de la portería para cambiar el ritmo en los momentos precisos y poniendo la actitud que se le demanda esta temporada para terminar de dar el salto de calidad que le puede convertir en uno de los mejores jugadores del panorama europeo. El belga y Griezmann pusieron las oportunidades mientras que Ryan, ex portero del Valencia, se encargó de multiplicarse para evitar el 0-1.
El tiempo de asueto se acercaba sin movimientos en el marcador y por momentos se vio una leve mejora en las transiciones defensa-ataque del Brighton. Apenas se concretó ese rumor de resurrección local en las gradas y cuando los dos equipos daban por bueno el empate antes del descanso, Ryan pasó de héroe a villano convirtiendo un disparo centrado de Gaitán en el primer tanto de la tarde. El guardameta australiano dio vida, sin querer, al futbolista que aún están esperando ver despuntar Simeone y compañía.
Los goles taparon los fallos
La reanudación trajo consigo a un Brighton mucho más valiente y más atrevido a la hora de buscar la portería de Jan Oblak. Las entradas de hombres como Bong y March dieron alas a los anfitriones y el Atlético se vio superado en los primeros compases del segundo tiempo.
En apenas dieciséis minutos llegó el empate inglés con un autogol de Gaitán. El argentino fue protagonista en tres de los cinco goles que se vieron en el partido y en el 1-1 su puntera fue la causante de que una falta sin peligro aparente acabara entrando de forma ajustada en la portería de Oblak. Aún tendría Gaitán más protagonismo y no sería positivo.
Del 1-1 al 1-2 sólo pasaron seis minutos y la culpa de esa nueva variación en el luminoso la tuvieron Juanfran con su centro desde la derecha y Torres con su cabezazo en pleno corazón del área. Jugada inglesa con centro y remate. Perfecto el pase, contundente y precisa la ejecución del ‘9’. El Atlético volvía a ponerse por delante en el marcador y Torres reivindicaba su sitio en el once con su segundo gol del verano.
Si del empate al gol de Torres pasaron poco más de seis minutos, del 1-2 al 2-2 el tiempo que transcurrió entre medias fue de sólo diez. Gaitán, siendo falta o no la que recibió en el centro del campo, se quedó dormido a la hora de pelear un balón dividido y de esa falta de 'bemoles' llegó el golazo del Brighton con autopase en banda de March, centro y gol de Sidwell. Ver a un hombre rematando sólo entre los defensores del Atlético no es algo habitual. Simeone, libreta en mano con ese error y con la actitud de Gaitán.
Para fortuna del Atlético, la falta de acierto de Griezmann en los minutos finales la compensó Lucas. El lateral anotaría el 2-3 ante la triste mirada de los aficionados del Brighton que por momentos y con el 2-2 en el marcador se vieron ganadores con alguna que otra oportunidad aislada. No fue así y el Atlético suma y sigue.