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La reconstrucción del Atlético de Madrid

Simeone, una de las personalidades más importantes de la historia del Atlético, es el encargado de revitalizar el proyecto deportivo del club.

La bandera con el escudo actual del Atlético de Madrid. | Pixabay

La marcha de jugadores que han sido importantes en la historia más reciente del Atlético de Madrid -hombres como Griezmann, Godín, Juanfran, Filipe Luis…- y el gran desembarco de nuevos jugadores en el equipo ha precipitado algo que se venía vislumbrando de un tiempo a esta parte: el cambio de ciclo.

El Cholo Simeone, que permanecerá para siempre como una de las personalidades más importantes de la historia del Atleti, es el encargado de revitalizar el proyecto deportivo del club. Simeone siempre se ha caracterizado por rebajar la exigencia y por construir desde abajo, liberando de presión a sus jugadores e intentando que la ilusión de la hinchada no se dispare por las nubes. Su célebre mantra "partido a partido" es un claro ejemplo. O cuando hace unos años aseguraba que el nivel del Atlético –y por tanto el de su exigencia- estaba más cercano al Sevilla que al Real Madrid y al Barça.

Fiel a su forma de pensar, el técnico argentino ha anunciado en más de una ocasión que este año, a pesar del fuerte gasto en fichajes, es un año de transición y que no se le debe pedir nada extraordinario al equipo, más allá de la clasificación para la próxima Liga de Campeones.

Una afición que pide algo más

A día de hoy, a nadie le sorprende la propuesta futbolística de Simeone basada en construir un equipo muy fuerte a nivel defensivo que, en muchas fases de los encuentros se olvida de buscar la portería rival. El argentino ha justificado siempre que por la calidad de sus jugadores no puede optar a otra cosa. Este discurso puede llegar a ser válido cuando se ha tenido que medir a equipos como el Madrid, el Barcelona, la Juve o el Bayern de Munich, pero deja de tener justificación cuando el Atlético se enfrenta a clubes como el Leganés o el Éibar. Y, sin embargo, la propuesta atlética sigue siendo la misma ante estos rivales de menor calado.

Una gran parte de la afición comienza a exigirle al Cholo algo más que simples victorias. El 1-0 ha dejado de ser un resultado válido para muchos hinchas, sobre todo cuando al equipo han llegado jugadores de buen trato con el balón como Lemar o João Félix. Estos aficionados quieren ver a su equipo ofrecer un juego más vistoso en el plano ofensivo.

Los partidos del Atlético de Madrid son extraordinarios seminarios sobre cómo defender, pero también es cierto que en el plano ofensivo son aburridos y ofrecen poco espectáculo a los espectadores; solo los chispazos de sus jugadores son capaces de generar ocasiones de peligro: un pase de Thomas, un recorte de Correa, una carrera al espacio de Morata, un remate a balón parado de Giménez… Es en la faceta ofensiva donde la afición empieza a ser más exigente, una afición que quiere que su equipo siga creciendo y que extienda la excelencia que ha alcanzado a nivel defensivo, a la fase ofensiva.

Los planteamientos de Simeone son los que han hecho grande a este Atleti, pero es cierto que, también son los que impiden que talentos como los nombrados Lemar o João Félix ofrezcan todo el fútbol que llevan en sus botas. Los jugadores de más calidad del equipo colchonero se sienten arrinconados en el complejo entramado defensivo del Atleti. Están más centrados en tapar las líneas de pase de los rivales y en seguir a sus pares, que en mostrar todo su repertorio de habilidades atacantes. A estos jugadores finos les falta balón; lo reciben en contadas ocasiones y, desde luego, no en las condiciones ideales que les permitan lucir sus cualidades.

Por si fuera poco, desde la retirada de Tiago el equipo colchonero tiene menos peso con el balón. El mediocentro portugués le ofrecía una variante ofensivo-defensiva al equipo que, a día de hoy, no ha conseguido rescatar: defender con el balón. El jugador más parecido a Tiago que ha pasado por el Atlético hasta la fecha es Thomas Partey, que ha tenido un gran crecimiento en las dos últimas temporadas y que es el futbolista más dotado de la plantilla para construir a través del pase, sin embargo, todavía no ha conseguido tener el peso en el juego que tenía el internacional portugués. O, al menos, no con la regularidad con la que lo hacía Tiago.

Va siendo hora de que el Cholo inicie una verdadera reconstrucción y amplíe su libreto si de verdad quiere competir de tú a tú con los grandes de Europa y no ser una mera alternativa. Sobre todo, porque cada vez que el Atlético de Madrid se mide a alguno de los grandes de Europa –en esta Champions ha tenido que enfrentarse en la fase de grupos a la Juventus, su verdugo en la anterior edición- parece estar aquejado de una especie de complejo de inferioridad, que parece que lastra la confianza del equipo. Porque una cosa es ser humilde y otra muy distinta es andar acomplejado. Ha llegado el momento de que los colchoneros se suelten la melena.

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