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Liga

Taty Castellanos hunde a un horrible Real Madrid en Montilivi (4-2)

Cuatro goles del argentino para dejar al Madrid en la cuneta. Vinicius, el mejor de los suyos con diferencia. Horrible partido de Militao.

Cuatro goles del argentino para dejar al Madrid en la cuneta. Vinicius, el mejor de los suyos con diferencia. Horrible partido de Militao.
Taty Castellanos (i) celebra uno de sus cuatro goles al Real Madrid en Montilivi. | EFE

El comentario era generalizado en las últimas semanas: ‘qué bien está el Real Madrid’. ‘Van como aviones’, ‘están muy bien físicamente a estas alturas, cuando se están jugando los títulos’... eran otras de las frases que se escuchaban en los mentideros merengues. Osasuna parece una víctima más o menos propicia en la final de Copa del Rey, aunque el Manchester City es harina de otro costal: el equipo llegaba como un tiro después de haber ganado seis de los últimos siete encuentros, pero esta noche ha mostrado su peor cara (4-2) ante un Girona que, con la permanencia prácticamente asegurada, parece permitirse el lujo de volver a soñar con cotas mayores, como la de jugar la próxima temporada en Europa.

Tocó cruz en Montilivi, donde el Madrid ha jugado uno de sus peores partidos del curso para encajar una derrota que puede dejarle a 14 puntos del Barcelona —si los azulgranas ganan este miércoles en Vallecas—, cuando restan siete jornadas para el final. Horribles casi todos los jugadores que lucieron la camiseta blanca, especialmente un Militao, en su peor partido como madridista, que falló estrepitosamente en las jugadas del 2-0 y el 3-1, y dejó muy malas sensaciones. En la otra cara de la moneda, Vinicius, liderando la ofensiva de los suyos: el brasileño, al que buscaron permanentemente las cosquillas tanto dentro como fuera del terreno de juego (insultos y provocaciones desde la grada), estrenó el marcador de los blancos y asistió a Lucas Vázquez en la acción del 4-2, definitivo en el luminoso.

Pero esta crónica debería empezar con el nombre de Taty Castellanos. El joven delantero argentino marcó cuatro goles en cinco remates contra la portería de Lunin. Ya había firmado un póquer en la liga estadounidense (MLS), vistiendo la camiseta del New York City, pero otra cosa es hacerlo en LaLiga Santander y ante un rival como el Real Madrid, por espantoso que haya sido el partido del 14 veces campeón de Europa esta noche. Salió el mendocino del césped de Montilivi ovacionado, lógico, y con cara de no haber roto un plato en su vida.

El caso es que el Madrid, plagado de bajas —Benzema, Ceballos, Alaba, Hazard y la de Courtois de última hora, entre otras ausencias— y con numerosas rotaciones pensando en todo lo que tiene por delante, empezó con buenas sensaciones en Montilivi, buscando desde el primer momento la portería de Gazzaniga. Cómo no, con Vinicius como referente arriba. El brasileño se encargó de llevar la voz cantante, mientras Asensio, Rodrygo y Valverde apenas participaban en el juego, como tampoco estuvieron cómodos Kroos y Modric en la sala de máquinas.

El Real Madrid tenía la pelota, pero sin mordiente, y enseguida se vio sorprendido por el Girona: Riquelme controló una pelota por y construyó una jugada donde el exmadridista Miguel Gutiérrez centró con peligro. Taty Castellanos, bien posicionado entre los centrales, cabeceó a puerta, sin que Lunin pudiera desviar el remate. Era el 1-0 en el minuto 11. El ucraniano tenía su oportunidad ante la ausencia de Courtois, baja por una gastroenteritis, pero vivió un noche para olvidar. Nada pudo hacer en los cuatro goles y el aficionado madridista se preguntará durante algún tiempo: ¿qué hubiera pasado si estuviera Thibaut?

La réplica del Madrid llegaba siempre por parte de Vini, hiperactivo y que en varias ocasiones se encaró con los futbolistas rivales. Le enseñaron pronto una amarilla y fue diana fácil de la afición local, que no paró de provocarle y de dedicarle insultos. El brasileño nunca encontró socios en ataque y lo que llegó fue el 2-0, en un acción sin aparente amenaza, a raíz de un pelotazo de Arnau desde campo propio y tras un saque de banda. Taty Castellanos dejó retratadísimo a Militao, considerado por no pocos como el mejor central del mundo que hoy se vistió de Mister Hyde, y se plantó delante de Lunin para batirle con un balón entre las piernas. Dos llegadas del Girona, dos goles. Y aún pudo ser peor porque Tsygankov tuvo en sus botas el tercero, pero remató por encima del travesaño. La noche olía a tragedia blanca.

El Madrid estaba tocado pero no hundido y, diez minutos después, logró acortar distancias con el gol de Vinicius. Quién si no. Asensio centró al segundo palo y ahí apareció Vini para batir a Gazzaniga de cabeza, con celebración dedicada a la grada de Montilivi mediante una mirada de desafío. Lo cierto es que el 20 blanco, desatado para lo bueno y para lo malo, se jugó la segunda amarilla en no pocas ocasiones, aunque Iglesias Villanueva no se la mostró.

El Madrid parecía capaz de remontar en la segunda parte en Montilivi. Pero nada más lejos de la realidad porque los de Míchel lograron el tercero nada más volver de vestuarios, en apenas 46 segundos: centro al área de Yan Couto para que Tsygankov la dejara pasar y Taty Castellanos, en estado de gracia, volviera a batir a Lunin. El delantero argentino conectó un derechazo a media altura dejando retratado nuevamente a Militao. ¿Quién ha visto al central brasileño?

Cuando se había rebasado la hora de partido llegó el póquer de Castellanos. Nuevamente el argentino marcando de cabeza y otra vez con Militao y Lunin como villanos de la película de terror que el Madrid estaba firmando en Montilivi. Ancelotti, que para entonces había metido en el campo a Camavinga, lo intentó después con Tchouaméni, Mariano y Lucas Vázquez. Pero no era la noche y el equipo estaba condenado a hincar la rodilla. De hecho, pudo haber llegado el quinto del Girona con un remate de Valery completamente solo en el segundo palo.

No llegó el 5-1 y sí el 4-2, ya en el 84', para maquillar el marcador. Fue tras la enésima internada de Vinicius por el extremo izquierdo: el brasileño caracoleó y dio un pase hacia atrás, desde la línea de fondo, para que Lucas Vázquez rematase en el área pequeña y batiera a Gazzaniga. Un segundo gol que no sirvió para nada: el Madrid se fue a la lona, con la Liga ya totalmente entregada al Barça en bandeja de plata, y ahora toca pensar en la final de Copa del Rey frente a Osasuna. Luego, sin tiempo para casi nada, llegará el coco del Manchester City, con Erling Haaland sencillamente imparable y Pep Guardiola con una terrible sed de venganza. Palabras mayores para un Madrid que se deja llevar en Liga, aunque Ancelotti diga lo contrario, y en la Champions se transforma como nadie.


Ficha técnica

Girona, 4: Gazzaniga; Arnau, Santi Bueno, Juanpe, Miguel (Javi Hernández, miin. 89); Romeu; Couto, Tsygankov (Valery, min. 72), Iván Martín (Artero, min. 90+2), Riquelme (Reinier, min. 89); y Castellanos (Stuani, min. 72)
Real Madrid, 2: Lunin; Carvajal (Lucas Vázquez, min. 79), Eder Militao, Rüdiger, Nacho (Camavinga, min. 52); Valverde, Kroos, Modric (Tchouameni, min. 63); Marco Asensio, Rodrygo (Mariano, min. 79) y Vinicius

Goles: 1-0, m.12: Castellanos; 2-0, m.24: Castellanos; 2-1, m.34: Vinicius; 3-1, m.46: Castellanos; 4-1, m.62: Castellanos; 4-2, m.84: Lucas Vázquez
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité gallego). Amonestó al local Arnau (min. 43) y a los visitantes Vinicius (min. 37) y Militao (min. 65)
Incidencias: Partido de la jornada 31 de LaLiga Santander disputado en el Estadio Municipal de Montilivi (Gerona) ante 13.306 aficionados

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