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El Sevilla vive una situación insostenible: los cuatro candidatos para ser el nuevo entrenador

Orta, muy tocado, ha perdido casi todo el crédito que tenía con su apuesta fallida por Diego Alonso. Sánchez Flores, el mejor colocado.

Orta, muy tocado, ha perdido casi todo el crédito que tenía con su apuesta fallida por Diego Alonso. Sánchez Flores, el mejor colocado.
Pepe Castro vive sus peores días como presidente del Sevilla | Ricardo Larreina / Afp7 / Europa Pres

El Sevilla vive un auténtico drama. La crisis institucional -la guerra por el trono entre los Del Nido- unida a una galopante crisis de juego y resultados han encendido todas las alarmas en el conjunto hispalense. El director deportivo, Víctor Orta está en el alambre. Su apuesta por Diego Alonso ha salido mal y no puede volver a fallar. El Sevilla peina el mercado en busca del que será su tercer entrenador esta temporada.

Al filo del descenso, el técnico uruguayo fue despedido de manera fulminante tras el ridículo ante el Getafe (0-3 en el Pizjuán). Cuatro son los nombres que maneja la directiva para rescatar una nave que va a la deriva. Eliminados en Europa, el riesgo de descenso es elevado. Los candidatos tienen que cumplir una serie de requisitos: experiencia y conocer la liga española. Algunos son viejos conocidos de la entidad como son los casos de Manolo Jiménez o Joaquín Caparros. Otro nombre que está en cartera es el de Diego Martínez -ex Granada y Espanyol-, recientemente destituido del Olympiakos.

Los dos que más gustan son Javi Gracia, al que Orta conoce muy bien de su paso por el Leeds y el gran favorito, Quique Sánchez Flores. Experto en revivir equipos muertos como ya hizo hace dos temporadas con el Getafe, la directiva ya quería al madrileño para sustituir a Mendilibar. Finalmente se impuso la opción de un Orta, al que el crédito se le agota.

Quique tiene la última palabra. Si da el ok será el elegido. El problema es que la situación del Sevilla es un regalo envenenado. Nadie esperaba estar en una situación así y solo quedan dos partidos para finalizar la primera vuelta. Salir del pozo no es fácil y la presión que rodea al equipo hispalense es terrorífica. El madrileño se lo piensa y el tiempo no juega a su favor. El martes el Sevilla tiene una auténtica final en Granada. Un fallo más en la elección del capitán del barco podría ser el definitivo. Acertar, como pasó el año pasado con Mendilibar, es capital para el futuro de un equipo que vive horas muy tensas.

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