Día histórico en Pucela: los socios recuperan el escudo del Real Valladolid

En pleno Siglo XXI, donde el fútbol moderno cada día se aleja más de los que realmente sienten los colores, donde los clubes son, en su inmensa mayoría, Sociedades Anónimas en las que el dueño de turno solo le importa el dinero y se ningunea al socio, hay que celebrar por todo lo alto lo ocurrido este lunes en Valladolid.

La masa social del conjunto albivioleta movió cielo y tierra para obligar al dueño del club, Ronaldo Nazario, a dar marcha atrás a su nefasta decisión de cargarse uno de los escudos más bonitos de toda la liga española, y dejar que sean los socios los que decidan que escudo quieren que la elástica blanquivioleta luzca en su pecho.

En junio del 2022 el Real Valladolid, por orden de su presidente, Ronaldo Nazario, decidió cambiar el escudo. Vendieron la moto desde las oficinas del José Zorrilla como el intento por darle un "toque moderno".

Una decisión vergonzosa que indignó a toda Pucela. "Horrible, espantoso, una caricatura...". El nuevo emblema del Real Valladolid desató todo tipo de opiniones con un denominador común: el cambio ha sido muy a peor.

Ante la avalancha de críticas se vendió el nuevo escudo como una vuelta a los orígenes y se destacó el valor de la "V". En el nuevo diseño no había rastro de la famosa hoja de laurel y la corona se minimiza.

"Una nueva forma de expresión basada en lo que somos.

La "V" es la inicial de quienes somos, presente en nuestro escudo desde 1928.
Dimos vida a nuestra "V" y la convertimos en la protagonista de nuestra forma de expresarnos.

#VolverAlOrigen

El cargarse la laureada contó con el respaldo de Izquierda Unida.

La laureada era un elemento que algunos querían utilizar como herramienta política, buscando polémica con datos históricos erróneos, ya que se vendía como un símbolo franquista, al ser incorporada por el club en 1939, cuando el dictador otorgó ese reconocimiento a la ciudad, cuando en realidad la "laureada de San Fernando" fue creada más de cien años antes del franquismo, como símbolo militar vinculado al honor, y ha sido uno de los elementos que más enriquecían el escudo.

Gran parte de la fiel afición del Real Valladolid, que jamás ha dado la espalda a su equipo a pesar de la desastrosa gestión de un Ronaldo que llevó al descenso al equipo en dos ocasiones en tres temporadas, luchó con uñas y dientes para que le devolvieran su antiguo escudo, su alma.

Al final, como el propio club reconoce, tuvieron que pasar por el aro por el clamor popular. El objetivo de la consulta realizada este lunes era "lograr la paz social tan necesaria para conseguir los objetivos deportivos que se marca el Real Valladolid".

La votación, un clamor

Tal y como ha acreditado el notario, Javier Gómez Martínez, han emitido su voto 13.471 personas (un 67% del censo total de abonados inscritos en el Portal Blanquivioleta), de las que 11.875 (un 59% del censo) han optado por el escudo anterior.

Los otros 1.596 abonados inscritos en el portal (un 8% por ciento del censo) votaron por el blasón que luce desde el 2022.

Pucela lo ha conseguido. Solo un año y medio después recupera el escudo que siente como suyo la afición. El corazón albivioleta vuelve a latir, ahora con más fuerza que nunca. A veces el poder es incapaz de controlarlo todo. Jamás minusvalores a una afición unida. Felicidades, pucelanos!