Menú

Liga

Surrealismo en Mallorca: el doble rasero del colectivo arbitral que indigna al Celta

García Verdura, árbitro del colegio catalán, perdonó la expulsión a Larin y se inventó una falta para no pitar un claro penalti del portero Rajkovic.

García Verdura, árbitro del colegio catalán, perdonó la expulsión a Larin y se inventó una falta para no pitar un claro penalti del portero Rajkovic.
García Verdura hizo un arbitraje surrealista en Son Moix | Agencias

Nuevo capítulo surrealista el que vivió en sus carnes el Celta con los colegiados esta temporada. En esta ocasión sucedió en Son Moix ante el Mallorca con el arbitraje de Víctor García Verdura, colegiado catalán que debuta esta temporada en Primera División. Los de Rafa Benítez se pusieron por delante (0-1) con un golazo de Iago Aspas. Los del ‘Vasco’ Aguirre se vinieron arriba, apretaron de lo lindo y consiguieron el justo empate a tres minutos del descanso. Desplazamiento de mucha clase de Morlanes, Gio González le gana la espalda a Manu Sánchez, pone el centro y Cyle Larin le gana la partida a Jailson para empujar a la red.

Tras el tanto, desatado, Larin salta la valla y lo celebra con su afición. El señor Verdura lo ve, pero el delantero canadiense tiene ya una amarilla, decide mirar para otro lado, no aplica el reglamento y perdona la segunda amarilla en el 43 de la primer parte a Cyle.

Un reglamento que deja muy claro que la jugada debía sancionarse con tarjeta amarilla: "Incluso si el gol se anulara, se deberá amonestar al jugador... que trepe a las vallas perimetrales o se acerque a los espectadores generando problemas de seguridad". El Celta, una vez más, vivió en sus carnes una acción similar que fue arbitrada de manera muy diferente. Sucedió en la importantísima victoria del Celta ante el Granada, hace menos de un mes, el pasado 16 de diciembre. Los olívicos se llevaron el triunfo con un solitario tanto de tacón de Strand Larsen.

Un tanto importantísimo que celebró con rabia, saltó la valla y se abrazó, incluso de forma más tímida de lo que ha hecho Larin este sábado, con un grupo de aficionados. El árbitro del partido, José María Sánchez Martínez, amonestó a Strand con una tarjeta amarilla, la misma que no quiso sacar Verdura al delantero del Mallorca, quizás porque sabía que era la segunda y suponía su expulsión justo antes del descanso. Un disparate de criterios que indignan, con razón, a los célticos.

Esperpéntico penalti que convierte en falta el señor Verdura

En la segunda mitad el cabreo de los de Rafa Benítez se transformó en una tremenda indignación tras una acción surrealista. En un balón colgado al área del Mallorca, Unai salta ante Rajkovic. El portero serbio se impone en el duelo aéreo y se hace con el balón. Cuando iba a sacar, le da una patada sin venir a cuento al central vasco. El colegiado, el señor Verdura, lo ve y decide retroceder y señalar un agarrón previo de Larsen en vez de pitar el tontísimo, pero clamoroso penalti tras un increíble cruce de cables del excelente meta serbio.

El Mallorca, que fue mejor que el Celta durante muchas fases del partido, se vio beneficiado en dos jugadas clave en un partido que terminó en tablas (1-1).

El Celta vivió en sus carnes un arbitraje lamentable, una vez más, con dos decisiones incomprensibles que dejan, y ya van demasiadas veces esta temporada, con una sensación de rabia, cabreo e irritación a la afición olívica.

Temas

0
comentarios