Frente a frente por primera vez desde el séptimo partido de las pasadas Finales de la NBA, los Boston Celtics se han vengado de Los Angeles Lakers con toda una lección de baloncesto que ha minimizado la fastuosa actuación de Kobe Bryant, autor de 41 puntos.
Paul Pierce anotaba 32 puntos, Kevin Garnett aportaba 18 tantos y 13 rebotes y Rajon Rondo se apuntaba 10 tantos y 16 asistencias. El único que se ha salvado de la quema en los Lakers, que vestían un uniforme retro similar al que lucía el equipo en la campaña 1971-72, ha sido Bryant. Eso sí, no repartió ninguna asistencia. Pau Gasol, de nuevo irregular, ha registrado 12 puntos y siete rebotes.
El Staples Center respiraba un ambiente especial desde el comienzo. Los dos grandes rivales en la historia de la NBA se veían de nuevo las caras, tal vez como anticipo de un enfrentamiento que podría repetirse, una vez más, en el mes de junio. Y con tensión comenzó el duelo. Bryant y Ray Allen se neutralizaban con dos personales en menos de seis minutos, mientras que Pierce tomaba el timón ofensivo en los Celtics, mucho más concentrados en los primeros compases y poniendo en apuros a su rival en la circulación de balón.
La entrada en juego de Lamar Odom y el mayor protagonismo de Andrew Bynum en ataque sirvieron de revulsivo para los locales. Un contraataque culminado por el propio Odom cerró el primer cuarto con una mínima ventaja para los de Doc Rivers (21-22). El banquillo de los Celtics dio un paso adelante con la inclusión de Nate Robinson y Glen Davis (25-34), rememorando así algunos de los mejores momentos de Boston en las Finales de la pasada temporada. En esos instantes, un codazo involuntario de Gasol hizo una brecha en la cabeza a Garnett, que tuvo que retirarse sangrando a los vestuarios.
El encuentro, que discurría con un silencioso Rajon Rondo, dio un giro de 180 grados con el regreso a la pista de Bryant, que lideró un parcial de 13-2 mientras Gasol se empleaba a fondo en defensa con Shaquille O'Neal, quien ha regresado a la que fue su casa durante ocho temporadas.
Tras el descanso (54-50), ambos equipos se encomendaron sin miramientos a sus hombres más enchufados. La muñeca engrasada de un pletórico Pierce –en el tercer cuarto anotó tres triples sin fallo alguno– volvió a situar a los suyos por delante (63-70), mientras los de Phil Jackson recibían una mala noticia en forma de molestias en la rodilla izquierda de Bynum. Bryant aceptó el duelo propuesto por Pierce y alcanzó los 27.000 puntos en la NBA, convirtiéndose así en el jugador más joven de la historia en lograrlo. Pero un triple de Robinson dejó el marcador en 72-77 a falta del último período por disputarse.
El pequeño base reserva comenzó a ser fundamental. Otro triple suyo lanzó a los Celtics (74-83), que aprovechaban la mala selección de tiro de su rival, en especial de Ron Artest (1/10) y Derek Fisher. El ataque de los locales era un monopolio de Bryant, capaz de anotar siete puntos seguidos y apretar el marcador (87-91), pero la defensa local hacía aguas y encajó un parcial de 0-7 comandado por Garnett y Davis. A partir de ahí los Celtics apretaron el acelerador hasta el final, liderados por un Rondo espectacular en la segunda mitad, en la que repartió quince asistencias. Los Lakers dudaban de sí mismos y no fueron capaces de responder al vendaval visitante.