Colabora

Juanma Rodríguez: "Luis Solana decidió eliminar el boxeo porque pensó que no estaba a la altura de España"

El conocido periodista, colaborador de LD, charla sobre boxeo con este periódico tras la publicación de su libro Quédate en el Ring.

Juanma Rodríguez (Madrid, 1962) no es sólo el furibundo mouriñista -inconfundible la foto del exentrenador del Real Madrid con la que aparece ante las cámaras programa tras programa- que podemos ver en las tertulias deportivas de Cuatro y Real Madrid Televisión. De vez en cuando, si sus quehaceres se lo permiten, este veterano periodista, que lleva ya un cuarto de siglo en la profesión, encuentra "un paréntesis en la locura del apostolado de Mourinho" y le da por escribir sobre boxeo, sin duda una de sus grandes pasiones.

Y lo hace con el entusiasmo y la vehemencia que le caracterizan. Después del éxito de Fenómeno Mou, el libro del que es coautor junto con su compañero, y sin embargo amigo, en la COPE Rubén Uría, ve ahora la luz Quédate en el Ring (Ed. Pàmies, Col. Crónicas, 2013, 208 págs.), una recopilación de artículos de Juanma Rodríguez publicados en Libertad Digital -tanto en su blog El Penúltimo Raulista Vivo como, anteriormente, en El Negocio del Deporte- y de reportajes en la revista Esquire.

Mario Noya, en su programa LD Libros, charló con Juanma en una distendida entrevista emitida en la madrugada del pasado 17 de noviembre, y ahora, unos días después, este periódico también ha querido conversar con el periodista y escritor, no sólo sobre los mejores boxeadores de la historia -Alí, LaMotta, Tyson, Rocky, Frazier, Sugar Ray Leonard...-, sino también de personajes de actualidad como Mourinho -de otra forma no podía ser-, Cristiano Ronaldo, Guardiola... y hasta Federico Jiménez Losantos, a quien Juanma conoce bien.

Citados en una concurrida cafetería de la madrileña calle de Alfonso XI, a pocos metros de donde, día sí y día también, se dedica a aporrear teclados, Juanma empieza a soltarle a la lengua. Y no deja títere con cabeza, arremetiendo contra "los meapilas" que aseguran que el boxeo no es un deporte. Y también contra Luis Solana -hermano de Javier, que fue director de Radio Televión Española entre enero de 1989 y febrero de 1990- por su decisión de suprimir el boxeo de la televisión pública, hace ya más de dos décadas.

Sin duda el estilo inconfundible de Juanma Rodríguez. Directo al mentón. Sin rodeos.


Conversación con Juanma Rodríguez

No me viene a mí, sino que, a diferencia del libro de Mourinho, es una propuesta del editor. Me insiste mucho: quiere ver recopilados todos los artículos que hago de boxeo. No he escrito más de boxeo que lo que aparece en el libro; es decir, los artículos publicados estos años en Libertad Digital y los reportajes que aparecen en Squire. Creo que ha quedado una cosa muy divertida. Pido a la gente relacionada con el boxeo que haga un esfuerzo y compre el libro porque se van a divertir con él, van a encontrar cosas curiosas. A mí, desde luego, si llegase a mis manos, diría: 'Coño, pues no está mal'. Yo lo compraría, tiene calidad.

La gente es poliédrica, tiene muchas caras. Me sorprendo con que haya gente que se sorprenda por que me guste el boxeo. Hay gente que se piensa que existes desde que sales en televisión… ¡y yo ya llevo un cuarto de siglo trabajando en esto! ¿Que de dónde me viene la afición por el boxeo? Me viene por Jaime Ugarte -autor del prólogo del libro-, sin duda toda una autoridad en este deporte. Yo no soy un técnico en la materia y él, sí. Me gusta el boxeo, pero más aún lo que rodea a este mundo. Me relaja escribir sobre boxeo. Es un paréntesis en la locura ésta del fútbol y del apostolado de Mourinho, que casi me lleva las 24 horas del día.

Hay quien dice que en España no se sigue el boxeo porque no tenemos un gran campeón, pero eso no es cierto. Javi Castillejo ha sido un grandísimo campeón, varias veces campeón del mundo, pero cuando volvía a casa, en Barajas, lo esperaban su mujer, sus hijos y tres amigos. La televisión es fundamental, es básica. ¡Cómo es posible que en España, que es un país democrático, vemos el boxeo como un semideporte o un deporte clandestino y en cambio, en Estados Unidos, que es una de las cunas de la democracia, la gente mata por ver un combate!

La televisión ejerce el efecto de imán. Hace ya unos cuantos años, Luis Solana decidió un buen día que el boxeo no estaba a la altura de España y dejó de emitirse por la televisión pública. Desde ahí la gente ha ido desapegándose. Hay un caldo de cultivo enorme de aficionados al boxeo, que es subterráneo, subyaciendo por ahí, esperando que alguien le muestre un poco de cariño.

Me quedo con todos, aunque el número uno indiscutiblemente es Alí. Poco más se puede decir sobre este genio. Tyson podría haber sido el mejor de la historia, pero se le fue un poco la pinza. Pacquiao es una máquina de triturar carne, en Filipinas es el rey. Hay una anécdota de Manny: su padre, que era era alcohólico y lo maltratraba, estaba cocinando a su perro delante de él para comérselo. Ha tenido una infancia durísima, pero cómo ha sabido sobreponerse. Y Rocky es el emblema cinematográfico del boxeo, que es un deporte muy de cine; es el deporte cinematográfico por excelencia, mucho más que el fútbol. Las películas de fútbol se cuentan con los dedos de una mano y te sobran tres dedos. Hay películas relacionadas con este mundo que son auténticas obras de arte como Rocky, Toro Salvaje, Million Dollar Baby o Cinderella Man, entre otras...

Rocky no es la mejor película, pero sí la que más me toca la fibra. La mejor película desde el punto de vista cinematográfico es Toro Salvaje. Quédate en el Ring es el lema que Martin Scorsese aplicó en Toro Salvaje. Rocky es muy divertida y muy bonita. Es la historia de cómo David vence a Goliath e incluso se hace amigo de él.

¡Hay muchos con los que me quedaría! Pepe Legrá, Pedro Carrasco, Perico Fernández, Urtain, Alfredo Evangelista (nacido en Uruguay, pero con doble nacionalidad)…. Me quedo con todos ellos. Han sido auténticos héroes. Cuando yo tenía siete u ocho años, me regalaron un títere de Pepe Legrá. Es una pena, pero ya de hace años que se le conoce más como una especie de humorista que como boxeador.

Sería Joe Frazier, sin duda alguna. Un encajador, una roca, un tío que lo tenía muy claro, que no retrocedía ni daba un paso atrás, que puso en aprietos al mejor de todos los tiempos (Alí).

No quiero faltarle al respeto, pero sería un boxeador sobravalorado. Pero en el boxeo no se puede engañar: si eres un paquete, eres un paquete. No quiero decir que Guardiola lo sea, pero sí que está sobrevalorado. Se ha tejido demasiada poesía alrededor de él. En el boxeo, si sólo tienes poesía, mal vamos. Creo que sería Primo Carnera.

La Cobra Hearns: bum, bum, golpeo y me voy, golpeo y me voy. Un auténtico súper clase.

Un peso pesado a tener en cuenta, pero también un fajador. Sería George Foreman.

Es un noqueador... sería Mike Tyson -no sé si a Federico le gustan las palomas, a lo mejor en pepitoria-. Pum, directo al mentón. Un noqueador indiscutiblemente. Sería Tyson pero, obviamente, con la cabeza infinitamente mejor amueblada

No sería boxeador porque, como decía el maestro (José María) García, soy mariquita para el dolor. Hay dos cosas que yo no podría ser en la vida: ni boxeador ni torero, porque hay que tener algo de lo que yo carezco para meterse en un ruedo o en un ring. Lo mío es la pluma

Que hay muchas maneras de acercarse al boxeo, que no hay que tener prejuicios. Se puede acercar a través de la literatura y del cine. Hay grandes escritores que, no por casualidad, han escrito sobre boxeo como Hemningway, Noman Miler, Gay Talese -que ahora está muy de moda-, Julio Cortázar... Y otro camino intermedio es el cine. Yo, viendo pelícuilas de boxeo, dije: 'este mundo me interesa, quiero saber qué hay alrededor'. Porque no todo es tan turbio como lo pintan. Es cierto que Alí hoy tiene Parkinson, aunque lamentablemente todo el mundo lo relaciona con el boxeo. Paul Gascoigne, por ejemplo, se arrastra por la vida y a nadie se le ocurre decir que es por jugar al fútbol. Es más, la gente menos violenta del mundo son los boxeadores. Pero eso no lo comprenden los meapilas...

Por la existencia de falsos mitos fruto de la ignorancia deportiva. Hay muchos compañeros míos, gente muy formada, que sostiene sin inmutarse que el boxeo no es un deporte. Tal vez confundan lo que es una pelea callejera con un deporte que tiene sus reglas, sus árbitros y sus jueces que velan por la seguridad. Afortunadamente, no estamos en los tiempos de Jack Johnson -boxeador de principios del siglo XX-, en los que todo valía. Cierto que es un deporte de contacto, pero como también lo son el judo o el kárate, y sobre esos no hay prejuicios, sólo sobre el boxeo. Sinceramente, es muy injusto.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario