Es decir Mikkel Hansen y echarte a temblar. Es nombrar al gran lateral izquierdo danés y recorrerte por todo el cuerpo un escalofrío de grandes dimensiones. Nombramos al genial jugador nórdico y es mentar a la bicha. Es recordar que este miércoles tenemos un obstáculo muy peliagudo enfrente.
No es Hansen toda la selección danesa, pero casi. Y eso que siempre es temible aunque no esté realizando un campeonato maravilloso. Pero los grandes jugadores tienen esa virtud. No tienen que estar a gran nivel para ser peligrosos y el jugador del Paris Saint-Germain es uno de esos.
Dinamarca se cruza en el camino de España tras varios episodios de reyertas memorables en las canchas de balonmano. Dos veces nos apartaron de la final en los últimos años. En el Mundial de Suecia'2011 y en el Europeo de Serbia'2012. Las dos derrotas en semifinales dejaron a España luchando por el bronce, conseguido en ambas ocasiones. Nos volvimos a ver en los Juegos de Londres y volvimos a claudicar en la primera fase. La venganza vino en enero de 2013, en un Palau Sant Jordi abarrotado, cuando la selección ganó el Mundial en una histórica y contundente victoria sobre los nórdicos (35-19). Con el recuerdo de aquella grandiosa final para los nuestros y funesta para el rival se enmarca el apasionante partido de cuartos de este miércoles.
No es sólo Hansen la selección danesa pero, ya decimos, que casi. No tiene el nivel de siempre el guardameta Landin, pero es un extraordinario portero. Sí están realizando un gran torneo Christiansen, el jugador del Barça Noddesbo, Eggert y Toff. Todos en un bloque armadísimo dirigido por Hansen, que apunta a la revancha. España tratará de que no sea así.
Llega la piedra que todos esperan en cuartos. También la tienen las otras selecciones favoritas. Francia la encontrará en Eslovenia, Croacia en Polonia y Alemania en Qatar. Los billetes para semifinales cuestan caros en este Mundial. España quiere sacar uno para ver la lucha por las medallas desde dentro, en la antesala de la historia.