Tratándose de una final en Houston (Texas) a nadie le extrañó que el elegido para interpretar el himno estadounidense fuese un cantante de country, uno de los géneros musicales más importantes a nivel nacional en EEUU.
Luke Bryan, nacido hace 40 años en Leesburg (Georgia), fue el primer protagonista de la gran final de la NFL que tuvo como escenario el NRG Stadium. Las casi 73.000 personas que poblaron la sede de la edición número 51 de la Super Bowl asistieron en silencio y emocionados a la interpretación del famoso The Star-Spangled Banner.
Suena el himno de USA 🇺🇸.#SuperBowl https://t.co/8bPINbKS5B
— Deportes (@ruedagarcia2001) 5 de febrero de 2017
Como es tradición en EEUU, todos los presentes guardaron silencio con el máximo respeto posible y estallaron en vítores y aplausos una vez finalizada la actuación de Luke Bryan. Los jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos, Atlanta Falcons y New England Patriots, también se mostraron sobrecogidos por el momento que precedía a uno de los partidos más importantes de su carrera deportiva.
Como curiosidad se pudo ver a Tom Brady, mariscal y estrella de los Patriots, intercambiando miradas al suelo con el tarareo del himno. En el bando de los Falcons, su quarterback, Matt Ryan, mantuvo la mirada fija en el horizonte durante la totalidad de la actuación. Seis cazas sobrevolaron el estadio para dar por concluida la interpretación del national anthem estadounidense.