Ho-Sung Choi, la sensación coreana del golf, tiene 45 años pero no tocó un palo hasta los 26. A esa edad, y después de haber perdido el pulgar de su mano derecha en un accidente, comenzó a trabajar en un exclusivo club de golf de Seúl.
Ahí comenzó a entrenar, siempre por su cuenta y sin la ayuda de un profesor. Después llegaron los torneos y el salto al profesionalismo, siempre acompañado de su extraño swing que ahora lo ha convertido en famoso.