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Recomendaciones deportivas de LD durante la cuarentena por el coronavirus: 'El héroe de Berlín' (XXXV)

Sergio Valentín continúa en LD su serie de recomendaciones de películas, series y documentales de temática deportiva durante la cuarentena.

Este pasado domingo emitieron en Antena 3 El Héroe de Berlín, la película que trata la enorme gesta de Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín donde logró 4 medallas de Oro. Es una cinta entretenida y recomendable pero poco rigurosa. ¿Por qué en el 2016, año el que se hizo la película, todavía se sigue afirmando que Adolf Hitler no felicitó al atleta estadounidense? Según la leyenda liberal, el canciller se negó a darle la mano y todavía, como se demuestra en esta película, se sigue mintiendo deliberadamente. El cine, como intentaron los propios Nazis en 1936, puede ser una fuerte arma propagandística pero no solo para las ideas totalitarias. No entiendo a alcanzar por qué quieren ocultar parte de la verdad. Se da una versión irreal de lo que sucedió, la versión de Hollywood.

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Cartel de la película

Declaración de Jesse Owens a The Pittsburgh Press el 24 de agosto de 1936: "Hitler debía irse antes de la entrega de medallas de los 100 metros pero antes de que se fuera yo me dirigí a una transmisión televisiva y pasé cerca de él. Él me saludó y yo le correspondí. Creo que es de mal gusto criticarle si no estás enterado de lo que realmente pasó".

En su autobiografía, Owens dio más detalles. "Cuando pasé, el Canciller se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví la señal. Pienso que los reporteros tuvieron mal gusto al criticar al hombre del momento en Alemania" y es más, deja en peor lugar a su país, Estados Unidos, que por aquel entonces seguía siendo muy racista. Tanto que el presidente, Franklin Roosevelt, nunca lo recibió como sí hizo con el resto de atletas. "Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias que se inventaron sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús en mi propio país. No podía vivir donde quería. Ni siquiera fui invitado a la Casa Blanca a darle la mano al presidente de mi país", escribió el propio Owens. Sí hay que decir, en defensa de la película, que esta parte, en donde la imagen de Estados Unidos queda muy deteriorada, sí es rigurosa. Se marchó de Alemania firmando autógrafos y al volver a su país seguía siendo discriminado.

Por si esto no fuera suficiente, Siegfried Mischner, periodista alemán, le habría enseñado a Owens en 1960 una fotografía que guardaba de él y de Hitler estrechándole la mano. Versión que confirmaría Eric Brown, piloto de la Fuerza Aérea Británica que afirmó a la BBC en 2014 haber sido testigo de ese momento.

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Long y Jesse

Al margen de esta falta de rigurosidad, la película tiene grandes virtudes. Retrata con brillantez el resto de acontecimientos históricos que rodearon estos polémicos Juegos Olímpicos. La increíble hazaña de Jesse Owens en 1935 cuando pulverizó cuatro récords mundiales en solo 75 minutos. El intento de boicot por gran parte del Comité Olímpico de Estados Unidos para no acudir a la cita de Berlín, como los Nazis pretendían, a través de los Juegos Olímpicos de Berlín, demostrar la superioridad de la raza aria y como Jesse Owens les destroza el espectáculo con sus cuatro medallas. La construcción del estadio con capacidad para más de 100.000 espectadores. Por supuesto, tenía que ser superior al de Los Ángeles en 1932. La presión que recibió Jesse Owens del pueblo negro para que no acudiera a Berlín o cómo Alemania se vio obligada y fue capaz de retrasar u ocultar su violencia anti judía para que no peligraran los Juegos Olímpicos y no se viera la cara más oscura del régimen de Hitler.

A pesar de que Alemania fue el país que más medallas consiguió, con un total de 89 metales por los 56 de Estados Unidos, los Juegos Olímpicos se recordarán principalmente por la hazaña de Jesse y por el gesto, inesperado, del gran atleta germano, Lutz Long, la gran esperanza de Hitler para vencer en salto de longitud y, dicen, su atleta preferido. Long fue tremendamente deportivo con Jesse con el que tuvo una gran amistad. Su abrazo es otra de las imágenes que no esperaba el régimen Nazi.

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